El barril de petróleo de Texas baja un 2,37% y cierra a 89,38 dólares
La cotización del crudo de Texas bajó hoy el 2,37% en la Bolsa Mercantil de Nueva York, su mayor caída porcentual desde noviembre, y cerró la sesión a 89,38 dólares por barril (159 litros), su precio más bajo en más de dos semanas.
Al concluir la sesión en Nueva York, los contratos de futuros del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en febrero habían restado 2,17 dólares al precio del lunes, cuando terminaron a su precio más alto en más de dos años.
El precio de cierre de hoy es el más bajo desde el pasado 20 de diciembre, cuando los contratos con vencimiento más próximo acabaron la jornada a 88,81 dólares, y supone la interrupción de la tendencia alcista con la que el crudo acabó 2010 y empezó este nuevo año.
Según los analistas, ese cambio de tendencia se debió hoy en gran medida a la voluntad de los operadores e inversores de recoger beneficios, después de que el petróleo acabara el año el pasado viernes con un encarecimiento del 15% anual y el lunes cerrara a su precio más alto desde el 3 de octubre de 2008.
Por lo que respecta a la gasolina, los contratos para entrega en febrero bajaron hoy un centavo y cerraron a 2,41 dólares por galón (3,78 litros), mientras que los de gasóleo de calefacción, también para ese mismo mes, perdieron cinco centavos y acabaron a 2,5 dólares.
Los contratos de gas natural para febrero frenaron la subida del día anterior, cuando se encarecieron 25 centavos, y en esta ocasión añadieron solo un centavo a su precio de cierre de la jornada precedente para acabar a 4,66 dólares por cada mil pies cúbicos.
El retroceso de los precios del petróleo y sus derivados tenía lugar mientras los inversores recogían beneficios -algo que afectó al conjunto del mercado de las materias primas- y coincidiendo con una jornada en la que el dólar se fortalecía ante monedas como el euro, que se cambiaba a 1,3297 dólares, frente a 1,3351 del lunes.
El fortalecimiento del dólar suele empujar a la baja al precio de las materias primas que, como el petróleo, se negocian en la divisa estadounidense, ya que éstas resultan más caras si se comparan con monedas debilitadas frente el "billete verde".