La vivienda nueva en España se abarató un 3,2% en 2010, según la Sociedad de Tasación
El precio medio de la vivienda nueva en España ha disminuido un 3,2% en 2010, según el Boletín de Mercado de Vivienda Nueva de 2010 elaborado por la Sociedad de Tasación.
Según el informe, el precio de la vivienda nueva de tipo medio en las capitales de provincia se sitúa en 2.476 euros el metro cuadrado construido, lo que supone 222.800 euros para una vivienda de tipo medio de 90 metros cuadrados. Con respecto al primer semestre de 2010, el precio medio de los inmuebles se contrajo un 2,4%.
En cuanto a las Comunidades Autónomas, los precios de las casas han disminuido en 46 capitales de provincia, han aumentado en tres, y no han sufrido variaciones en una, Ourense. Cáceres (-7,1%) y Zaragoza (-6%) son las capitales que han registrado una mayor caída en los precios, mientras que Lugo (2,1%), Palencia (1%) y Pontevedra (0,6%) han experimentado subidas.
En siete capitales los precios medios han disminuido más del 5% respecto al año 2009, mientras que en 17 capitales los precios han caído entre el 3% y el 5%, y en 23 la reducción ha sido de entre el 0 y el 3%. En las tres capitales restantes los precios han aumentado entre el 0 y el 3%.
Barcelona (3.821 euros/m2), San Sebastián (3.682 euros/m2) y Madrid (3.290 euros/m2) siguen siendo las ciudades con el metro cuadrado más caro.
Los precios seguirán cayendo en 2011
En el capítulo de previsiones, la Sociedad de Tasación estima que en el año 2011 la oferta de vivienda nueva seguirá siendo importante, debido al considerable stock de vivienda ya construida y de colocación muy lenta. Esta oferta será menos abundante en las zonas céntricas de las ciudades por la escasez de inmuebles nuevos ya construidos y de suelo edificable.
Según el informe, en la primera parte del año las ventas tenderán a ralentizarse, y se mantendrá la tendencia de crecimiento negativo en los precios hasta que se absorba el excedente de oferta existente.
Asímismo, la desaparición a final de 2010 del incentivo fiscal para la adquisición de vivienda supondrá posiblemente un mayor debilitamiento de la demanda actual, que incidirá negativamente en la evolución de los precios si se mantienen las condiciones de financiación actuales.