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Petróleo EE UU

El barril de crudo de Texas baja el 0,55% y cierra a 91 dólares

La cotización del crudo de Texas bajó hoy un 0,55% en la Bolsa Mercantil de Nueva York y cerró a 91 dólares por barril (159 litros), en una jornada protagonizada por el anuncio de China de elevar los tipos de interés en un cuarto de punto.

Al concluir la sesión en Nueva York, los contratos de futuros del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para febrero habían restado 0,51 centavos de dólar al precio de cierre del jueves, el último día de negociaciones ya que el viernes pasado los mercados neoyorquinos permanecieron cerrados por las fiestas de Navidad.

Esta primera jornada de la semana la Bolsa Mercantil de Nueva York se veía forzada a retrasar el inicio de las operaciones a causa del temporal de nieve que azota la costa este de Estados Unidos y que ha obligado a cerrar los tres principales aeropuertos de Nueva York, cancelar prácticamente todo el servicio ferroviario y reducir al mínimo el tráfico rodado.

El petróleo rompió hoy con la tendencia alcista de las últimas cinco jornadas en lo que algunas analistas afirman que es una carrera de los precios del crudo para volver a los 100 dólares por barril.

Los contratos de gasolina para entrega en enero restaron dos centavos al precio de la jornada anterior y quedaron a 2,42 dólares por galón (3,78 litros), y los de gasóleo de calefacción también para enero restaron tres centavos para cerrar a 2,51 dólares.

Sin embargo, el gas natural sumó este lunes tres centavos de dólar y sus contratos para enero terminaron a 4,11 dólares por cada mil pies cúbicos.

La depreciación del petróleo y sus derivados se produjo en una sesión marcada por la decisión de China de subir los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 5,81%, en otro intento de Pekín de contener su inflación, que en noviembre llegó al 5,1%, el nivel más alto desde hace 28 meses.

Se trata del segundo aumento de los tipos de interés ordenado por el Gobierno chino, que el pasado 20 de octubre ya subió en 25 puntos básicos este índice.

Pekín se había mantenido inamovible en este aspecto desde 2007, antes del estallido de la crisis mundial, pero las incipientes presiones de la inflación interna le obligaron a cambiar de política.

Junto a los tipos, el banco central chino incrementó también la tasa de depósitos bancarios en otro cuarto de punto, hasta el 2,75%, también con el fin de frenar la inflación, dos medidas que los analistas temían que pudiesen mermar el fuerte crecimiento del gigante asiático, el mayor consumidor energético del mundo junto a Estados Unidos.

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