Santander ve necesario reformar las pensiones y retrasar la edad de jubilación a 67 años
El Banco Santander aboga en un informe por reformar las pensiones y retrasar la edad de jubilación a los 67 años para calmar a los mercados y "avanzar en reformas necesarias para la economía española".
El Banco Santander ve necesario adelantar la reforma de las pensiones y retrasar la edad de jubilación a los 67 años para enviar a los inversores una señal clara de compromiso del Gobierno con la estabilidad de las finanzas públicas y calmar así a los mercados.
En un informe, el banco también incide en la necesidad de acelerar el proceso de fusiones en el sistema financiero y cumplir el límite anunciado por el Banco de España, de forma que antes de finalizar el año todo los grupos derivados de cajas de ahorros fusionadas sean operativos. "Es necesario presentar medidas para calmar a los mercados y, además, avanzar en reformas necesarias para la economía española", sostiene la entidad financiera en un informe titulado 'Por qué se vuelve a dudar de la economía española'.
Una vez aprobado el plan de rescate irlandés, "los mercados han vuelto a poner a España en el disparadero, testando la capacidad de respuesta del conjunto de la zona euro ante un ataque contra una gran economía como la española, dadas algunas de sus debilidades".
El déficit de las administraciones públicas es una de ellas, y persiste la duda de si el Estado central cumplirá el objetivo del 2,4% del Producto Interior Bruto (PIB), si bien la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha anunciado que se alcanzará. El Banco Santander destaca que la reforma de las pensiones se ha ido retrasando, y que los mensajes que se han lanzado sobre el posible resultado final no es el mismo que se anunció en su día. "Los mercados dudan de que se retrase la edad de jubilación de los 65 a los 67 años o que se amplíe el número de años laborales para el cómputo de la pensión", subraya.
El mercado considera también que la necesaria disminución del tamaño del total del sistema financiero y el ajuste de costes no se está realizando al ritmo adecuado, estima el banco que preside Emilio Botín. A su parecer, tras la oleada de fusiones de cajas de ahorros anunciada en junio con el apoyo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), los avances de la reestructuración financiera "han sido lentos, provocando el nerviosismo de los mercados".
Por otro lado, el banco indica que la elevada exposición al sector inmobiliario se percibe con preocupación en los mercados aunque, a su parecer, "no se trata de un riesgo a corto plazo". Así, recuerda que el reconocimiento de pérdidas aplicado por la nueva normativa del Banco de España es al apropiado para reflejar el progresivo deterioro de los activos y préstamos en el balance de las entidades financieras.
Santander ve "probable que los mercados hayan sobrerreaccionado" ante los temores de contagio de la crisis irlandesa a España, sin valorar las medidas aprobadas por el Ejecutivo, como la reforma laboral, las medidas extraordinarias para reducir el déficit, la reforma de la ley de cajas o los resultados de los test de estrés.
También valora el cómodo calendario de amortizaciones de la deuda del Estado hasta abril o que la deuda externa española no sea superior a la de otros países. En este sentido, recuerda que tras la crisis del pasado mes de mayo, las medidas aprobadas por el Gobierno fueron bien acogidas por los mercados internacionales y consiguieron que el diferencial entre el bono español y el alemán se estabilizase alrededor de 200 puntos básicos, tras tocar 225 puntos en junio.