El tándem de las finanzas gallegas
Un banquero de la vieja escuela y un jurista con una trayectoria política. El binomio pilotará Novacaixagalicia, la quinta caja de ahorros, que ha echado andar esta semana.
La historia de Julio Fernández Gayoso tiene mucho que ver con la de los banqueros de la vieja escuela: entró en Caixavigo con 17 años, de botones, y fue escalando puestos hasta la presidencia, en 2006. Cinco décadas liderando Caixanova. Nada que ver con la trayectoria de Mauro Varela: jurista por vocación y herencia, con una carrera política que le dejó a las puertas de la presidencia del Parlamento gallego y una presencia financiera más a la sombra en Caixa Galicia. Los dos son galleguistas convencidos.
El hombre hecho a sí mismo y el hombre de consenso unen desde esta semana sus trayectorias en Novacaixagalicia, resultado de la fusión de Caixanova y Caixa Galicia, la operación empresarial más importante de la historia de Galicia. La nueva entidad, que echó a andar el pasado miércoles, será la quinta caja española por activos. Julio Fernández Gayoso presidirá la entidad el primer turno (18 meses) del periodo de transición y Mauro Varela, el segundo. "Forman un tándem extraordinario para la fusión", asegura Francisco Cal Pardo, presidente de la Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid (Aegama).
El pasado octubre, 300 de estos empresarios rindieron homenaje a Fernández Gayoso, entregándole el Premio Victoriano Reinoso por su contribución al desarrollo industrial de Galicia. "Caixanova se confunde con Julio", dice Cal Pardo. Premiaban al banquero, que ha fomentado la participación de la caja en las empresas, y al benefactor, promotor de la Universidad de Vigo, entre otras obras. A su lado, para celebrarlo, Mauro Varela.
Fernández Gayoso es un personaje clave en el desarrollo del tejido industrial de Galicia
Un momento para olvidar los sinsabores de la fusión. Fue en el otoño pasado cuando la Xunta planteó la reestructuración de las cajas. La fórmula: una fusión igualitaria y paritaria para preservar la solvencia y la galleguidad. La decisión topó con el rechazo de Caixanova y la opinión pública de Vigo, con su alcalde, Abel Caballero, encabezando una multitudinaria manifestación. Tras la intervención del Banco de España y el Gobierno central, las dos cajas gallegas se vieron abocadas a negociar una fusión, que finalmente se escrituraba esta semana.
En los peores momentos de la contienda política, recibiendo golpes desde algunos medios, el equipo siempre ha estado al lado de Fernández Gayoso. "Se rodea de gente muy leal", destaca Venancio Salcines, presidente del Consejo de la Escuela de Finanzas. Con tanto ataque recibido, se podía haber producido alguna fuga y no fue así. "Entiendo que es porque Fernández Gayoso genera respeto y admiración", insiste Salcines. Sabe delegar y promociona a la gente joven. No es un hombre partidario de viejas guardias, sino de la meritocracia.
El primer presidente de Novacaixagalicia nació en Vigo hace 79 años, 50 de ellos han transcurrido como director general de Caixavigo, primero, y de Caixanova, desde 2000 a 2006, cuando fue nombrado presidente de la entidad. Algunas biografías le atribuyen un carácter diligente y excelentes relaciones con las autoridades de la época, que le impulsaron a la dirección general de la caja con 33 años.
A Julio Fernández Gayoso le llegó hace años la edad de la jubilación, pero las modificaciones estatutarias para extender su mandato le han permitido mantenerse en el cargo.
Es un personaje clave en la economía gallega. Francisco Cal le conoció hace unos 20 años en un congreso en Río de Janeiro. Le asombró de él esa política que practicaba de conseguir dinero para invertir en empresas. Para Salcines, convertir la Caja de Ahorros de Vigo en una banca de empresas es uno de sus grandes aciertos. Entre sus empresas y las de Caixa Galicia, la nueva caja suma una red de casi 300 sociedades, algunas estratégicas en la economía regional como Pescanova.
La sensibilidad hacia el tejido empresarial empujó a Julio Fernández Gayoso a crear la Escuela de Negocios Caixanova. Algunas otras obras de carácter cultural, docente y asistencial acometidas son la promoción del Colegio Universitario de Vigo -base de la actual Universidad Sur de Galicia- o la Escuela para las Administraciones Públicas. Su faceta humanista se sustenta en el arte. Ha creado una colección que cuenta con más de 2.500 obras, el conjunto privado de arte gallego más importante. El sector bodeguero es otra de sus apuestas -la caja es dueña de las conocidas Bodegas de Porto Cálem de Oporto-.
Varela no tiene un perfil tan financiero como el de su colega. "Ha estado más a la sombra de quien era el líder natural de Caixa Galicia, su director general, José Luis Méndez", indica Salcines. A su favor cuenta "una dosis importante de mano izquierda", opina Francisco Cal. Con él como copresidente, el presidente de Aegama supone que Fernández Gayoso no tendrá que echar mano del voto de calidad.
Mauro Varela, de 69 años, es un referente en su ciudad natal, Lugo. Heredó de su padre un despacho de abogados, en el que comenzó su carrera profesional en 1965, y en el que hoy trabaja uno de sus tres hijos. La política le tentó durante varios años. El tío de su mujer era Manuel Iglesias Corral, alcalde republicano de La Coruña y prohombre de la UCD en Galicia, quien le abrió las puertas de la política. Fue diputado por el Partido Popular en las legislaturas de 1989, 1993 y 1996. También fue diputado del Parlamento de Galicia, institución que aspiró presidir. Lleva vinculado a Caixa Galicia desde 1978 y fue elegido presidente en 2002. Entonces se declaró honrado de presidir la primera caja de Galicia. Venancio Salcines destaca el generoso comportamiento que ha tenido en la fusión. "Busca construir, no destruir", dice. Sus colaboradores ven en él a una persona cercana, con una educación exquisita, hasta galante.
De su casa al trabajo, un trayecto de unos 10 minutos, es fácil que salude a una decena de personas. Presume de lucense y se deja ver en las actividades sociales de la ciudad. La etapa política pasó y no la echa de menos, la caja le absorbe y no hay lugar para la morriña. Ahora, el reto es Novacaixagalicia.