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El banco fue nacionalizado hace dos años

El Gobierno portugués no logra deshacerse del BPN por segunda vez

El segundo intento de privatizar el Banco Portugués de Negocios (BPN) volvió a fracasar hoy al no encontrar el Gobierno luso ningún comprador interesado en las condiciones para traspasar la entidad, nacionalizada en 2008 por peligro de quiebra.

Aunque el Gobierno luso no ha comentado oficialmente el resultado del proceso de venta, cuyo plazo concluye hoy, varios partidos de la oposición, la asociación de clientes y algunas de las entidades interesadas en la operación revelaron que no hay comprador para el BPN.

El banco fue el primero que pasó a manos del Estado luso desde la Revolución de los Claveles de 1975, y el Gobierno exigía para traspasarlo una aportación de capital de entre 400 y 500 millones de euros a fin de que la institución pueda cumplir los niveles de liquidez exigidos por las autoridades.

El BPN, un banco de pequeño tamaño y reducida clientela, fue intervenido en medio de la crisis financiera mundial de hace dos años, aunque por problemas diferentes, relacionados con una gestión opaca y deficiente de sus activos, según las autoridades lusas.

Los líderes de los partidos marxistas del Parlamento luso, Francisco Louça, del Bloque de Izquierda, y Jerónimo de Sousa, del Partido Comunista, criticaron hoy que el Estado haya cubierto con dinero de los contribuyentes el "agujero" del BNP y ahora no consiga recuperar nada.

Louça aseguró que el banco ya le ha costado al Portugal 4.600 millones de euros que van a salir del bolsillo de los ciudadanos mientras el país vive una grave crisis económica.

Las tres entidades inicialmente interesadas en el BNP declinaron finalmente la posibilidad de hacer una oferta.

Se trata del grupo mutualista Montepio -que ayer mismo adquirió otra entidad, Finibanco, por 335 millones de euros-, el Banco Internacional de Crédito (BIC) de Angola y el británico Barclays, .

El presidente de Montepio, Antonio Tomás Correia, admitió en declaraciones a medios lusos que mantiene el interés en el BPN, pero no en las condiciones actuales, que no variaron cuando se prolongó el plazo para presentar ofertas.

De forma similar se expresó el presidente de la división lusa del BIC, Luís Mira Amaral, que también reclamó un cambio en las condiciones de venta, mientras que el Barclays prefirió no hacer comentarios.

El Gobierno portugués decidió en agosto abrir un concurso para que los compradores interesados en hacerse con el BPN hicieran llegar su oferta antes de que acabara septiembre, un plazo que fue ampliado en dos meses más, hasta hoy, aunque sin resultado.

El secretario de Estado del Tesoro luso, Carlos Costa Pina, aseguró entonces que el Gobierno preveía recibir por esta privatización cerca de 380 millones de euros y esperaba cerrar la venta antes de fin de año.

El BPN fue nacionalizado hace justo dos años, en noviembre de 2008, después de que se detectaran pérdidas irregulares acumuladas por valor de 700 millones de euros que lo situaron al borde de la quiebra.

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