El ministro de Trabajo advierte que el calendario del Ejecutivo se cumplirá "pase lo que pase"
Los nacionalistas catalanes y vascos han tendido esta mañana su mano al Gobierno para que cuente con ellos en todas las reformas económicas pendientes, en particular la que desarrollará el mercado de trabajo y la que modificará las pensiones. El ministro Valeriano Gómez ha advertido que el calendario del Gobierno para afrontar estas reformas se cumplirá "pase lo que pase".
"Estoy aquí para hacer las reformas. Desde algunos ámbitos se ha querido ver lo contrario. No es así en absoluto. Esto no tiene vuelta de hoja, pase lo que pase, las reformas no van a dejar de hacerse en los plazos previstos, aunque trabajaré para acortarlos lo más posible". Estas palabras han sido pronunciadas hoy en el Congreso por el titular de Trabajo, Valeriano Gómez, cuando la prima de riesgo española se situaba nuevamente en máximos.
Para despejar incertidumbres sobre las intenciones reales del Gobierno, Valeriano Gómez ha precisado el calendario del desarrollo de la reforma laboral y mañana hará otro tanto con la de las pensiones. El fondo de capitalización, copiado del modelo austriaco, verá la luz en el plazo de un año. El nuevo reglamento de los expedientes de regulación de empleo y la regulación de las agencias de colocación, "en un plazo muy breve". Y las nuevas políticas activas de empleo, en el primer trimestre del año que viene. El ministro se mostró partidario de dejar la reforma de la negociación colectiva en manos de sindicatos y empresarios, aunque anticipó también que de no llegarse a un acuerdo en el ámbito del diálogo social, el Gobierno legislará. El desarrollo completo del nuevo mercado de trabajo verá la luz en los próximos doce meses.
Valeriano Gómez comparecerá mañana en la comisión del Pacto de Toledo para detallar su guión para la reforma de las pensiones. En todo caso, hoy ha señalado que esta reforma "es ineludible e inaplazable" dada la dimensión del reto demográfico al que se enfrenta el sistema de Seguridad Social.
Pero lo más importante que el ministro de Trabajo ha podido sacar hoy en claro de su primera comparecencia ante el Congreso es la firme disponibilidad de CiU y del PNV a pactar con el Gobierno todas las reformas económicas pendientes. Así se lo han anticipado los diputados Carles Campuzano y Emilio Olabarria, desde una posición no exenta de críticas a algunas de las actuaciones del Ejecutivo. Sin embargo, el portavoz del PP en la comisión de trabajo, José Ignacio Echaniz, ha expuesto posiciones que hacen muy difícil, por no decir imposible, cualquier acuerdo del Gobierno con el principal partido de la oposición.
El ministro ha reprochado al PP la ausencia de alternativas y le ha recordado algunas de las iniciativas que el Gobierno de José María Aznar adoptó en el pasado, relacionadas con el desempleo y la inmigración. Esto ha dado lugar a algunos momentos de tensión.
Valeriano Gómez ha anunciado también que la ayuda de 426 euros que se concede a los parados que hayan agotado la prestación por desempleo y que vence en febrero va a ser sustituida en el futuro por un plan que compatibilice el mantenimiento de alguna ayuda con la formación y la búsqueda activa de empleo.
Por último, el ministro ha desvinculado la reunión que el pasado sábado mantuvo José Luis Rodríguez Zapatero con un grupo de empresarios y financieros en La Moncloa de la carta que una fundación presidida por Eduardo Serra hizo llegar hace quince días al Rey Juan Carlos exponiéndole su visión sobre los principales problemas de España.