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Conquista los 62 escaños

Artur Mas asume su victoria con humildad y con la voluntad de aglutinar un gobierno fuerte

Los deseos de Artur Mas explicitados durante la campaña electoral se han vuelto realidad. El líder de CiU no pidió una mayoría absoluta, pero si una capacidad suficiente para gobernar en solitario. Y justo esto es lo que ha conseguido en las elecciones recién cerradas.

En su comparecencia ante los medios minutos después de las 23 horas, indicó que recibía la victoria con "humildad, responsabilidad y esperanza. Estamos orgullosos de la victoria, pero no presumimos". CiU ha alcanzado una mayoría muy holgada de 62 escaños, partiendo de los 48 que obtuvo en 2006. Este resultado es similar a los que obtuvo la federación nacionalista con la presidencia de Jordi Pujol en 1995, cuando alcanzó los 60 escaños.

Mas añadió que "sabemos la realidad del país. También sabemos que personas que hasta el momento no nos habían apoyado han depositado su confianza en nosotros". El que "un llamamiento a una gran movilización de país para tener la ayuda de todo el mundo, porque Cataluña la tendremos que levantar entre todos. Necesitamos un gobierno fuerte, pero también un país movilizado". Mas cerró su discurso con la voluntad de que "Cataluña vuelva a ser respetada". Minutos más tarde, Mas salió a uno de los balcones del Hotel Majestic, en el centro de Barcelona, la sede habitual de CiU en las contiendas electorales. Respondiendo a los vítores de "Mas president" de los congregados en el Paseo de Gracia, el máximo responsable de CiU dio las gracias al apoyo popular.

CiU consiguió el 38,42% de los votos depositados, un total de 1.195.939, más del doble que el PSC (18,34%), que asumió rápidamente su fracaso. De hecho, José Montilla incluso anunció que no volverá a presentarse a la reelección a la secretaria general del PSC. Con el 99,85% de los votos escrutados, también ERC ha recibido un importante correctivo, perdiendo más de la mitad de los escaños, pasando de 21 a 10 representantes.

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