Cajastur y CAM cederán todas sus competencias al banco de la fusión
Los consejos de Cajastur y CAM aprobarán en las próximas horas la cesión de la práctica totalidad de competencias al banco que quedará como sociedad central de la fusión que lideran. Con este estrechamiento de la integración quieren dar una imagen de unidad total a los mercados.
El proyecto de fusión fría de Caja Mediterráneo (CAM), Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria va subiendo de temperatura día a día. La necesidad de trasladar a los mercados financieros una señal de integración completa ha obligado a los directivos de estas cajas a optar por la cesión casi plena de competencias al banco que funcionará como sociedad central del nuevo grupo.
El consejo de administración de Cajastur -verdadera líder de la operación- tiene previsto aprobar hoy la transferencia al banco de las funciones de comunicación, recursos humanos, política comercial y operativa, según apuntan fuentes financieras. El objetivo es conseguir una gestión integrada, concentrada y de empresa única.
Mañana hará lo propio el consejo de CAM y durante la semana próxima les seguirán los de Caja Extremadura y Caja Cantabria.
El grupo que capitanea Cajastur tiene previsto completar todos los trámites legales antes de fin de año. Para el primer trimestre de 2011 habrá escogido una marca comercial para el banco, que tan solo se utilizará en las zonas de expansión.
La decisión de profundizar aún más en la integración de las cuatro cajas se explica por la voluntad de que el grupo funcione como una empresa única desde el primer momento. Fuentes oficiales apuntan que ya las cuatro asambleas generales habían autorizado a sus respectivos consejos para que adoptaran cuantas decisiones fuesen necesarias para garantizar que el banco fuera totalmente operativo.
Presión por los mercados
Aunque desde un principio las cuatro cajas apostaron por una unión fuerte, la mala evolución de los mercados internacionales está dificultando la capacidad de las entidades para obtener financiación mayorista. Además, las mayores exigencias de capital y provisiones que incorpora Basilea III hacen impredecible contar con una cara única y reconocible ante los mercados.
En este sentido, el presidente de CAM, Modesto Crespo, aseguraba ayer en Mérida, tras ser recibido por el presidente de la Junta de Extremadura, que el SIP que han constituido no tendrá problemas por la situación actual de los mercados porque se van a crear un grupo "importante".
Una vez que se culmine la operación, la entidad resultante tendrá un volumen de activos superior a los 135.000 millones de euros y una cifra de negocio de 177.000 millones de euros.
Aunque la inmensa mayoría de funciones se ceden a la sociedad central, las cajas se reservaban para sí la propiedad accionarial del banco -participado por Cajastur (40%), CAM (40%), Caja Extremadura (11%) y Caja Cantabria (9%)-, su propia personalidad jurídica, su red de negocio minorista, pero solo en sus mercados naturales, sus órganos de gobierno y su obra social.
Otras fusiones frías -que cada vez lo son menos- se han visto obligadas a estrechar sus lazos para no levantar suspicacias ante el Banco de España y los mercados mayoristas. La semana pasada, las asambleas de las cajas que crearon el grupo Banca Cívica (Caja Navarra, CajaCanarias y Caja de Burgos) acordaron mutualizar al 100% los beneficios desde 2011.
CCM aporta la sede del grupo
La antigua Caja de Castilla La Mancha (CCM), integrada ahora como Banco CCM en Cajastur, aportará al grupo resultante de la fusión su antigua sede en Madrid, situada en la Carrera de San Jerónimo, a pocos metros del Congreso de los Diputados. Aunque aún no es definitivo que el banco central del SIP tenga sus oficinas allí, por ahora consta esa dirección en la documentación remitida al Banco de España.
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