Primero el enchufe, después el coche
Las 'electrolineras' empiezan a salpicar las ciudades por iniciativa pública y privada. Los vehículos eléctricos ya son un negocio.
La incipiente industria del vehículo eléctrico está enrocada en un círculo vicioso: no salen más coches al mercado por falta de suficientes postes de recarga, y no se fabrican más electrolineras porque no se venden más coches. Así, las comunidades autónomas están atajando este impasse asociándose con la industria para la instalación de postes suministradores de energía eléctrica en centros comerciales, aparcamientos públicos y calles. Se trata de adelantarse a la llegada masiva del vehículo eléctrico, que se espera que empiece entre 2011 y 2012.
Madrid fue la primera ciudad en instalar una estación de recarga, en la calle Goya, aunque aún son pocos los vehículos que repostan en ella, ya que según cálculos del organismo Madrid Movilidad, apenas circulan 50 coches eléctricos por las calles de la capital. La mayoría pertenece a flotas corporativas, como los de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
Lanzar oferta antes de tener demanda es la estrategia de la industria y de las Administraciones locales para atraer el interés del consumidor por un bien que apenas tiene adeptos hasta el momento, pese a las ambiciosas estimaciones del Ministerio de Industria. Su titular, Miguel Sebastián, auguró hace poco más de un año que en 2014 circularían hasta un millón de vehículos eléctricos en España. Meses después tuvo que rectificar y reconocer que 250.000 unidades era más fiel a la realidad del momento.
El País Vasco prevé la instalación de 70.000 puntos de recarga en el año 2030
Aun así, todas las marcas se han lanzado a su fabricación. Aunque ya existen vehículos comerciales operativos, la mayoría de modelos saldrán al mercado entre 2011 y 2012.
Desde el sector se confía en que la Comisión Europea fije un modelo estándar de enchufes y tarjetas para postes de recarga, como ya se ha hecho en Estados Unidos y en Japón. Se espera que la UE proponga un modelo homogéneo para los Veintisiete en 2011.
En Madrid, el ayuntamiento y las empresas privadas colaboran con el Ministerio de Industria a través del Plan Movele de ahorro y eficiencia energética para establecer un modelo de funcionamiento.
La compañía Emerix, única pyme que se dedica en España a la fabricación de postes de recarga para coches eléctricos, ofrece dos modelos de enchufe. El más sofisticado lleva integrado un sistema informático conectado a una central de datos. Una pantalla con iluminación led interactúa con el usuario y activa el poste al pasar una tarjeta que además permite el cobro de la recarga.
Además, este modelo ofrece información sobre las electrolineras más próximas, en función de la autonomía que haya proporcionado la recarga en ese momento. De optar por una carga rápida en uno de estos postes, el usuario empleará entre cinco minutos y media hora y su coste puede alcanzar hasta 30 euros. La otra opción es recargar el vehículo o la moto en casa o en el garaje, por un coste mucho más económico, de un euro. Precisamente, por parte del Gobierno se impulsará una tarifa reducida para la recarga en los domicilios particulares y por la noche, cuando hay exceso de oferta eléctrica en la red.
El Gobierno del País Vasco y Repsol han creado la empresa Ibil para la construcción y explotación de unas infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos en esta comunidad autónoma. La nueva sociedad, participada en un 50% por el Ente Vasco de la Energía y la compañía petrolera, operará como gestor de carga del coche eléctrico. Esta nueva actividad estará regulada por el real decreto que prepara el Ministerio de Industria y que está previsto que publique antes de final de año. La nueva norma permitirá la reventa de electricidad, que ahora no prevé la legislación. Se salvará así el último escollo legal para el desarrollo completo de la industria del coche eléctrico en España.
El despliegue de una red de puntos de recarga en el País Vasco comenzará en 2011. Para ese año, está previsto que se instalen 85, hasta alcanzar entre 7.000 y 13.000 en 2020. El plan de negocio de Ibil prevé que para entonces el 10% de los vehículos matriculados en esta comunidad autónoma sean eléctricos. En 2030 la entidad espera haber instalado hasta 70.000 puntos de recarga.
Galicia cuenta hasta la fecha con cinco electrolineras. La última, instalada en la provincia de Orense, se ha colocado en el Centro de Experimentación en Energías Renovables, donde comparte espacio con paneles solares, un seguidor solar y varios aerogeneradores. La gestión y la explotación de este punto de recarga para eléctricos e híbridos está a cargo del Parque Tecnológico de Galicia (Tecnópole).
Este centro está diseñando un plan para promover la movilidad sostenible en los parques y polígonos empresariales de Orense. Desde el punto de vista corporativo, el grupo Inditex y PSA Peugeot Citroën, en su fábrica de Vigo, fueron las primeras compañías en acondicionar zonas de recarga para vehículos eléctricos. Para la empresa propietaria de Zara, el suministro se destina en exclusiva al uso interno de motos.
Por su parte, Endesa ha desarrollado un experimento piloto para la recarga gratuita de motos eléctricas mediante una tarjeta que se solicita por internet.
La compañía Iberdrola continúa la implantación de un total de 500 estaciones de recarga en Madrid. Estos puntos de recarga disponen de un sistema capaz de gestionar el proceso en tiempo real, identificar el vehículo y a su propietario y contabilizar las emisiones. El ayuntamiento de esta ciudad está poniendo en marcha otro tipo de medidas para el desarrollo del vehículo eléctrico, como la reducción del 75% en el impuesto de matriculación y la recarga gratuita hasta finales de 2011.
Futuro. La esperanza del despegue de las renovables
Aunque al hablar del coche eléctrico parezca que se trate de un medio de transporte limpio, porque su motor no genera emisiones contaminantes, lo cierto es que el impacto nulo de esta nueva tecnología solo puede darse si la energía procede de fuentes renovables.Cuando el usuario carga su vehículo en un enchufe de la vía pública, de un centro comercial o del garaje de su casa, no sabe de qué fuente energética procede la electricidad. Solo si procede de la eólica o de la solar, de la biomasa o centrales hidráulicas se estará hablando de vehículos limpios.Para las renovables, el desarrollo del coche eléctrico representa su mejor aliado. El continuo avance que está registrando la energía eólica en España genera exceso de oferta en la red eléctrica y puede conducir al colapso del sistema.Se espera que la entrada del vehículo eléctrico en la red absorba la energía eléctrica sobrante. Por ello, el Gobierno prevé una tarifa reducida para las recargas durante la noche, cuando hay menor demanda de electricidad (hora valle). Red Eléctrica de España (REE), la empresa que opera el sistema a escala nacional, ha adquirido su propio vehículo eléctrico, quizá para mostrar el camino que intenta promover.La última prueba del tándem que formarán a medio plazo el coche eléctrico y la energía eólica ha sido la candidatura del Cluster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga) en el concurso eólico gallego que se aprobó el pasado viernes. Este organismo acudió de la mano de Galenova, filial de Caixanova, como estrategia para cerrar el círculo de la movilidad sostenible. Precisamente, el presidente de Ceaga, Francisco Anguera, explicó que la candidatura conjunta "es el complemento a la apuesta industrial de nuestro sector por el vehículo eléctrico, no conocemos ninguna iniciativa similar en Europa".El grupo se ha comprometido a promover la movilidad híbrida y eléctrica, desde la producción de nuevos componentes hasta la fuente de alimentación.
Las cifras
2011 es el año en el que la industria espera que la Comisión Europea proponga un modelo estándar de recarga de vehículos eléctricos.50 coches eléctricos forman por el momento el parque automovilístico de Madrid.30 euros es el precio máximo para la recarga de un vehículo eléctrico, que dura entre 5 y 30 minutos.