La marca de coches Ssangyong pasa a manos indias
La crisis del motor ha desencadenado un nuevo movimiento en el mercado automovilístico. La firma surcoreana Ssangyong, en concurso de acreedores, ha sido adquirida por la india Mahindra & Mahindra por unos 340 millones de euros.
La firma automovilística india Mahindra & Mahindra compró hoy el 70 por ciento de la surcoreana Ssangyong, en bancarrota, por 520.000 millones de wones (340 millones de euros).
Ambos fabricantes firmaron hoy el contrato de venta por el que la compañía india controlará Ssangyong, el fabricante de automóviles mas pequeño de Corea del Sur y que se encuentra en suspensión de pagos desde que su socio chino, Shanghai Automotive, decidió abandonar la compañía surcoreana.
El gestor provisional de Ssangyong Motor, Lee Yoo-il, dijo hoy que gracias al acuerdo la compañía tendrá la oportunidad de convertirse en un fabricante de SUV (utilitarios todoterreno) con el desarrollo de nuevo productos, informó la agencia surcoreana Yonhap.
Con la compra, Mahindra controlará un 70 por ciento del accionariado de Ssangyong, después de ser nombrado en agosto comprador preferente, pese a que algunos críticos apuntaban a que la compañía india tenía la intención de aprovechar la quiebra del fabricante surcoreano para hacerse con su tecnología.
El presidente de Mahindra, Pawan Goenka, dijo hoy que la compra permitirá la combinación de los recursos financieros de la compañía india y la competitividad tecnológica y presencia de mercado de Ssangyong.
Mahindra ha acordado que Ssangyong se mantenga como marca independiente y que sea controlada por una directiva formada solo por surcoreanos.
El fabricante automovilístico surcoreano fue la primera víctima empresarial de importancia en su país a causa la crisis, que llevó a que su mayor accionista, el chino Shanghai Automotive, abandonase la compañía en enero de 2009 por los malos resultados.
Ssangyong Motor entró en suspensión de pagos y quedó bajo administración judicial tras aprobarse un plan de reestructuración para proporcionar al fabricante de automóviles la posibilidad de estabilizar las operaciones y reorganizar su deuda.