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A fondo

¿Otra vez sube la mora por pisos?

El sector financiero no gana para sustos. Cuando los bancos españoles creían que ya se habían apretado lo suficiente el cinturón y ahora era cuestión de aguantar la respiración un año, 2011; y las cajas empezaban a dar forma a su nueva y aún extraña estructura para salir del bache, llega el Banco de España y mete más presión.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez considera que los deberes no se han acabado. Queda mucho por hacer en un año en el que el panorama es más sombrío que el actual, y las posibilidades de encontrar la salida a la espiral son aún escasas.

A la escasez de negocio se sigue sumando las mayores provisiones para cubrir los créditos impagados, lo que puede ahogar a más de una caja y banco. Y es que los banqueros temen un nuevo rebrote de la morosidad proveniente de los promotores. Una de las más importantes entidades financieras del país explicaba la semana pasada a sus directivos que, según sus estimaciones, en los próximos meses volverán a producirse nuevos concursos de acreedores de inmobiliarias o empresas vinculadas al ladrillo.

Y como es lógico, de confirmarse estas previsiones, la morosidad para bancos y cajas volverá a repuntar, explicaba un ejecutivo de esta entidad. Su estimación es compartida por otros colegas suyos. Los banqueros temen otra subida de la mora relacionada con el ladrillo. Y el Banco de España es muy consciente de ello. Los créditos a promotores ascendían a junio pasado a 322.685 millones de euros, de los que 36.184 millones son morosos. Es decir, el 11,2%. Y según el último informe financiero del supervisor, los activos inmobiliarios problemáticos superan los 180.000 millones.

Ordóñez considera que "la calidad de los activos sigue siendo una prioridad", y asegura que "no se puede descartar que la morosidad siga repuntando en los próximos meses", según declaró el lunes pasado en unas jornadas. Ante ello, reclama más transparencia y que las entidades no difieran el reconocimiento de las pérdidas.

El agotamiento de la provisión genérica, la que hacía de colchón para los cambios de ciclo, se está convirtiendo en un problema para varias entidades financieras. Ningún banco ni caja alcanza ya coberturas de morosidad por el 100%. Por ello, el supervisor ha vuelto a incluir en sus recomendaciones para cierre de ejercicio -estamos ya en el cuarto trimestre- el aumento de las dotaciones para cubrir los créditos impagados, aún a costa de presentar pérdidas en los últimos tres meses del ejercicio.

Todos los recortes de costes y los ingresos alcanzados por la venta de oficinas y otros activos tendrán un fin destacado. Las provisiones. Según estimaciones de Analistas Financieros Internacionales (AFI), la morosidad alcanzará el 13% el año que viene. Ahora está ligeramente por encima del 5,6%.

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