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Un estudio identifica cuatro nuevos perfiles

Los consumidores de la crisis

La crisis está transformando los hábitos de los consumidores españoles, y la adaptación a los problemas económicos y al paro ha dado lugar a comportamientos diversos que un estudio ha agrupado en cuatro nuevos perfiles de consumidor: los conformistas, los 'snobs', los pasotas y las víctimas.

Una familia realizando compras
Una familia realizando comprasThinkstock

La crisis ha engendrado nuevos consumidores que responden de manera muy diversa ante la coyuntura económica actual, con el paro como uno de los problemas que más preocupan a los españoles según los barómetros oficiales. El estudio "Las cuatro caras de la crisis", elaborado por CP Proximity sobre una muestra representativa de 1.000 personas, ha agrupado los diferentes comportamientos de consumo durante los más de dos años de crisis y ha logrado identificar cuatro perfiles de consumidor.

En general, los entrevistados para el informe explican que debido al impacto de la crisis han cambiado sus actividades y se han apretado el cinturón a la hora de salir de compras, de manera que se presta mucha más atención a los precios y se pierde más tiempo buscando y comparando ofertas. Pero las opiniones de la calle no dejan de revelar una realidad, que cada persona reacciona de manera diferente y con distinta intensidad ante la crisis. No obstante, se pueden transformar los comportamientos en estadísticas que reflejan tendencias y concluir, entre otras cosas, que sólo un 39% de los españoles sale tanto como antes de la crisis, que el 12% esconde a sus conocidos que la crisis le está afectando y que el 9% usa más la tarjeta de crédito para mantener su estilo de vida.

El primero de los cuatro tipos de consumidor que muestra el estudio es el de los 'conformistas': Es el grupo más numeroso -el 29% de los entrevistados- y donde se encuentran las personas más mayores. Su principal característica es que tienen una situación económica similar a la de antes de la crisis, aunque no reniegan de élla. Son precavidos y tienen hábitos de ahorro, pero viven con tranquilidad. Además, se sienten afortunados y no descartan disfrutar de su tiempo libre aunque dispongan de menos dinero. Asimismo, tienen mayor capacidad para poner los problemas en perspectiva y ayudan a la comunidad.

El segundo grupo es el de los 'snobs', el 22% de la muestra: según el estudio, son los que independientemente de sus ingresos, son derrochadores y materialistas. Engloba sobre todo a gente joven e 'hijos de papá' que relativizan la crisis; el 23% cree que la situación no es tan negra como la pintan los medios de comunicación. Aunque también ahorran, comparan menos las ofertas y relacionan el dinero con la felicidad. Lo que más les preocupa es mantener su estilo de vida y aparentarlo. De hecho, si compran marcas blancas quitan las etiquetas para ocultarlo y, curiosamente, son los que más acuden a los servicios religiosos.

En tercer lugar, los 'pasotas', que representan al 28% de los consumidores entrevistados, apuestan por el Carpe Diem: Conocen los efectos de la crisis, pero la afrontan con pesimismo y escepticismo. No creen que la situación vaya a mejorar pronto y por eso se despreocupan. Son el grupo más egoísta y centrado en sí mismo. Piensan en vivir el presente.

Por último, las 'víctimas': suponen el 21% de la muestra y los que se dedican simplemente a sobrevivir y superar la situación. El 28% de ellos está en paro, el doble que la media de los otros tres grupos. Asimismo, el 60% viven preocupados siempre por los asuntos de dinero. La crisis les afecta a su vida personal e incluso sexual. Se centran en el ahorro y por eso son los que más tiempo pasan en casa y los que más discuten por las compras. Pese a los problemas, son los más optimistas sobre las lecciones de la crisis.

Entre los 'conformistas' y las 'víctimas' hay más mujeres, mientras que en los grupos más derrochadores hay más jóvenes y en entre los que más sufren hay más familias numerosas.

La publicidad innova para ganarse al consumidor

La crisis también ha tenido un impacto en la comunicación publicitaria, que debe encontrar la estrategia adecuada para ganarse a los consumidores en un momento de dificultades económicas. Según el estudio de CP Proximity, que también analiza las iniciativas de las empresas para superar la crisis y ofrece recomendaciones y marcas y anunciantes, el 65% de los consumidores admiran a las marcas que entienden la situación en la que se encuentran algunos, mientras que el 53% confían ahora aún menos en la publicidad, y el 50% compran más productos de marcas que han hecho algo por la crisis. Las cuatro marcas que los consumidores relacionan más con el ahorro son Danone, Mercadona, Central Lechera Asturiana y Carrefour, según el estudio.Las campañas de publicidad llevadas a cabo durante estos años de crisis han tenido en cuenta aspectos como el reconocimiento, el ánimo, la calidad o la seguridad para superar la crisis de consumo. Se trata de convencer de que se entiende lo que está pasando, de que ahorrar no siempre es un problema, de que muchos consumidores miran más allá del precio y de que hace falta tranquilidad y confianza para tomar decisiones.

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