Damm alcanza el 10% de Ebro Foods
El grupo cervecero Damm ha alcanzado el 10% de Ebro Foods (antigua Ebro Puleva), según ha explicado este miércoles el presidente del grupo, Demetrio Carceller, en un desayuno de la escuela de negocios Esade.
Así, de junio a noviembre, Damm ha pasado del 8,86% al 10% actual de Ebro Foods convirtiéndose en el segundo accionista de referencia de Ebro, tras la familia Hernández, que controla un 15,72% a través de la sociedad Instituto Hispánico del Arroz.
Además, Carceller subrayó que su estrategia en Damm es impulsar su internacionalización del grupo cervecero, aunque no se refirió a proyectos de adquisición en el extranjero.
Sobre los retos de los fabricantes de marca frente a las marcas de distribución, el presidente de Damm señaló que la caída del consumo se mantendrá en "bastantes más meses", y que, según los análisis de los que dispone, desconoce si un 55% de los consumidores se decantará en un futuro por la marca de fabricante o la blanca.
Para hacer frente a esta situación, sostuvo que la estrategia del grupo cervecero se ha basado en combinar ambos tipos de marca, mediante la empresa Font Salem, que adquirió junto con la compra de los activos de Heineken y que está especializada en marcas de distribución de cerveza, refrescos y agua.
En este sentido, mantuvo que es importante que los clientes perciban a Damm y a Font Salem como dos empresas diferentes y que en este punto se encuentra la "genialidad" del negocio. Así, afirmó que volvería a repetir la compra de Font Salem "mañana mismo".
Carceller explicó que el diferencial de precio entre la marca de fabricante y la de distribución en España es de entre un 20% y un 30%, siendo uno de los más altos de Europa.
Asimismo, aseguró que el sector de la cerveza se encuentra "a salvo" mientras la marca blanca se quede en la alimentación, donde tiene una cuota de mercado del 34%, y no pase a la hostelería.
En la hostelería y en España, Damm y otros grupos han optado por campañas publicitarias que transmitan la cerveza a los consumidores como un producto "saludable, social y que debe ser consumido de forma responsable", pero añadió que si la marca blanca penetra en la hostelería sin respetar estas condiciones, no sabe si podrían mantenerlas.