Prasa negocia bajo presión para evitar el mayor concurso andaluz
Prasa negocia con la banca acreedora la refinanciación de su deuda -cerca de 2.000 millones en 2009- para evitar el que sería el mayor concurso de una compañía andaluza. Dos acreedores que reclaman 18 millones han instado concurso necesario de la compañía.
El grupo Prasa negocia con la banca acreedora la refinanciación de su deuda, que en 2009 era próxima a los 2.000 millones de euros. La inmobiliaria cordobesa afronta además la solicitud de concurso presentada recientemente por acreedores. De producirse, el de Prasa supondría el mayor concurso de acreedores de una empresa andaluza, previsiblemente con una deuda superior a la de otras inmobiliarias de la región, como Aifos o el grupo Noriega.
El grupo de la familia Romero González no respondió el viernes a las preguntas de este diario sobre su situación financiera.
Las empresas Consorcio Inmobiliario Mare Nostrum y Millurqui 2003 Invest han solicitado concurso de acreedores necesario para el grupo Prasa. La demanda, presentada en septiembre en el Juzgado de Primera Instancia número 9 y Mercantil de Córdoba, ha sido admitida a trámite, informan fuentes judiciales. Fuentes financieras señalaron que a mediados de diciembre está previsto finalizar la negociación de la deuda.
En la demanda de concurso necesario, Consorcio Inmobiliario Mare Nostrum asegura que es titular de un derecho de crédito frente a Prasa por importe de 13,9 millones de euros, mientras que la sociedad Millurqui 2003 Invest afirma ser titular de un derecho de crédito frente a Prasa por valor de cuatro millones de euros. El juez Fernando Caballero ha citado a las partes a la vista que tendrá lugar en junio de 2011.
En las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil el grupo cordobés reconoce que en marzo de 2010 mantenía impagos con proveedores comerciales por 24,5 millones. Y añade que los afectados "en general se están mostrando receptivos a la hora de obtener una solución dialogada" pero que con dos proveedores (supuestamente las empresas que han pedido concurso contra Prasa) se han interpuesto demandas.
Impagos por 48,5 millones
La representación legal de los acreedores de Prasa argumentan su solicitud de concurso necesario aludiendo a los resultados de la empresa en 2008 y a otros factores. Entre ellos, la presencia en el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI) de 47 impagos registrados por importe de 48,5 millones el pasado mes de agosto. Además, destaca que en la memoria del grupo del ejercicio 2008 consta una deuda bancaria vencida por importe de 125,3 millones de euros.
La demanda alude a los resultados de Prasa en 2008. Pero la compañía ha presentado recientemente en el Registro Mercantil sus cuentas individuales referidas al año 2009, y en ellas la situación descrita sigue siendo crítica.
Prasa admite que a 31 de diciembre de 2009 se está negociando la refinanciación de la deuda a corto plazo y que las "principales magnitudes de las proyecciones de tesorería para el ejercicio 2010 (...) muestran un cash flow neto negativo entorno a 475 millones de euros". El grupo inmobiliario reconoce vencimientos en 2010 de activos financieros valorados en 455,8 millones de euros y deuda aplazada por IVA de 22,2 millones.
Prasa perdió 107,9 millones antes de impuestos en 2009 e ingresó 378,8 millones por venta de terrenos y solares y 72 millones por promociones. En el primer trimestre de este año traspasó suelo por 73,5 millones a cambio de reducir deuda.
El mismo despacho de abogados que demandó a la familia Nozaleda, ahora contra los Romero
Osorio & Asociados, el despacho de abogados que instó el concurso de acreedores contra el grupo Nozar, de la familia Nozaleda, está detrás de la demanda de concurso contra Prasa, de la familia Romero González. Los socios del bufete Álvaro Baillo Osorio y el catedrático de derecho mercantil Guillermo Alcover, especialistas en reestructuraciones y derecho concursal, sostienen en su demanda de concurso contra Prasa que la compañía ha sobreseído pagos, por lo que reclaman la declaración de concurso necesario.Los casos de Nozar y Prasa son similares desde el punto de vista de actuación del despacho: compañías inmobiliarias con una elevada deuda, en proceso de negociación con la banca para refinanciar. El bufete actúa en nombre de un acreedor de estas empresas con la esperanza de recuperar sus créditos antes que otros.Osorio & Asociados instó el concurso de Nozar a principios de 2008. Volvió a solicitarlo en 2009 y aunque sus instancias fueron en principio rechazadas, Nozar entró en concurso en septiembre de 2009 con 700 millones de deuda. La nueva ley concursal permite a la compañía en situación de insolvencia acogerse a una fórmula de amparo mediante la que puede negociar con sus acreedores una salida al concurso o un convenio anticipado durante un plazo máximo de cuatro meses. En ese periodo la ley impide que un acreedor inste concurso contra la empresa. Prasa no se ha acogido a esta opción.
La primera inmobiliaria no cotizada, con presencia en siete países
El grupo Prasa pasa por ser la primera inmobiliaria española no cotizada. La compañía, que en los últimos 50 años ha entregado 43.500 viviendas, indica que se encuentra entre los cinco primeros promotores de España por volumen de negocio y que es la primera inmobiliaria no cotizada. Prasa siempre ha estado centrada en la promoción y construcción de viviendas, aunque más recientemente también ha participado en la gestión de suelos. En los últimos años ha abierto otras líneas de negocio, como la prestación de servicios a personas de la tercera edad a través de Sanyres.Grupo Prasa, presidido por José Romero González, tiene delegaciones en toda España y en Polonia, Reino Unido, Marruecos, Rumanía, Portugal y Túnez. En España Prasa registró en 2009 un negocio de 177 millones en Andalucía; 168,6 millones en Comunidad Valenciana; 79 millones en Madrid; y 27,4 millones en Cataluña.El grupo de la familia Romero participa en el capital de las inmobiliarias cotizadas Gecina -la inmobiliaria francesa en la que Metrovacesa es su primer accionista- con menos de un 5%, y Realia (con un 5%); también es uno de los principales accionistas del Córdoba Club de Fútbol y tiene intereses en negocios agropecuarios. La compañía fue fundada en Córdoba, donde mantiene su sede, en el año 1961.