"El tipo de cambio apropiado para el euro está en 1,35 dólares"
La renuncia del BCE a tomar medidas expansivas similares a las que la Fed aplicará en EE UU será el gran factor que sostendrá la cotización de la moneda europea.
Si el euro mantiene su fortaleza frente al dólar y otras monedas no será por méritos propios, sino por las estrategias que está siguiendo el resto de bancos centrales. Esa es la visión del estratega global de divisas de HSBC, Paul Mackel, que apuesta por un tipo de cambio en 1,35 dólares. Sobre la guerra de divisas, advierte: "el concepto es alarmista" y que tener una divisa débil no siempre funciona en la manera en que esperan los Gobiernos, como sucede Reino Unido.
¿Cuál es su principal escenario para el euro?
Nosotros hemos sido muy alcistas respecto al euro desde comienzos de año. Cuando mucha gente empezó a anticipar un crack de la moneda como resultado de la crisis en Grecia, nosotros recordamos que todo tipo de cambio envuelve dos monedas, no puedes mirar sólo un lado y es ahora cuando el mercado se ha dado cuenta de que la fortaleza de EE UU no es la que se pensaba incialmente. El segundo punto que el mercado tiene que valorar es que el BCE, claramente, no va a ir por la senda de la relajación cuantitativa, al contrario que la Reserva Federal y que, probablemente, Reino Unido, que ya está considerando esa posibilidad. Todo esto hace que el euro sea fuerte, pero no por méritos propios, sino por demérito del resto. ¿Merece una economía como la de la eurozona, con los problemas que tiene sobre la mesa, tener una moneda sustancialmente más fuerte que el dólar? Creo que no. ¿Merece tener una moneda sustancialmente más débil que el dólar, dadas las circunstancias de EE UU? Tampoco. Por eso mi valoración es que el tipo de cambio apropiado es de 1,35 dólares para finales de año y probablemente, todo el ejercicio próximo.
¿Se puede dar por terminada, entonces, la carrera alcista del euro?
Soy consciente de que hay un riesgo de que la cotización se dispare de forma temporal. Muchas empresas de la eurozona están empezando a repatriar sus beneficios en dólares y a cubrir el riesgo divisa para el año que viene. Eso podría conducir a un repunte temporal de la cotización. Pero lo razonable es que la moneda se sitúe en un tipo de cambio de 1,35 dólares.
¿Qué opina de la guerra de divisas? ¿Qué consecuencias tendrá?
El concepto acuñado por las autoridades brasileñas me parece alarmista. Todos los Gobiernos están preocupados por la fortaleza de su moneda y están aplicando medidas para debilitarla. Pero es obvio que todos no pueden tener una moneda débil al mismo tiempo. Por otra parte, si tienes una fuerza como la Fed decidida a debilitar el dólar, es muy poco lo que puedes hacer en contra. Otro mensaje importante es que tener una moneda débil no siempre funciona en la manera en que los Gobiernos esperan y el mejor ejemplo de ello es la libra, que incluso llegando a estar muy débil, no ha llegado a beneficiar a la economía británica como se esperaba.
¿Servirá la próxima cumbre del G-20 para poner fin a la guerra de divisas?
No lo creo. Entraremos ahora en un periodo de tensión política, pero no creo que haya un acuerdo sustancial en el G-20 en materia de divisas. Lo previsible es que los países se pongan de acuerdo en que no están de acuerdo. La Fed va a hacer relajación cuantitativa, eso es un proceso difícil de gestionar para el resto, pero inevitable. Esto se traducirá en una debilidad persistente del dólar, pero que debería materializarse sobre todo frente a las monedas de exportadores de materias primas; es decir, de los países emergentes.
¿Cuál cree que será el volumen de inyección de liquidez por parte de la Fed?
No hay una respuesta correcta. No hay un volumen exacto del que pueda decirse: este es el correcto para que funcione la economía. Es algo que ni siquiera los políticos saben. Lo que se espera en el mercado es que la Fed empiece su plan con una cantidad incial de alrededor de 500.000 millones de dólares y tenga un compromiso abierto de incrementar este volumen en el caso de que fuera necesario.
"El mandato del BCE está a debate"
La autoridad monetaria del BCE se ha distanciado claramente del espíritu de otros bancos centrales, enfocando la política monetaria con un discurso más duro y restrictivo. La cuestión es si ese es el mensaje que necesita ahora la eurozona para crecer. "La idoneidad del mandato del BCE va a estar a debate", valora Paul Mackel."El euro es esencialmente una moneda nueva. El BCE no trata de encarecer la moneda a propósito, sino de proteger la entidad del euro", explica el directivo de HSBC. Mackel considera que el banco central "está haciendo un buen trabajo, un trabajo consistente con su mandato. Su credibilidad durante la crisis ha sido excelente y no estoy hablando de meses, sino de años".Interrogado sobre si es correcto el mandato que ha recibido la autoridad monetaria, que gravita en mantener el IPC en un límite del 2% para toda la eurozona, Mackel considera que es es un tema que "estará a debate probablemente durante bastante tiempo, dado el estrés y los problemas que está padeciendo la zona euro. El interrogante será si no sería adecuado introducir una mayor flexibilidad para las políticas del BCE".El objetivo de IPC en el 2% se estableció porque las economías que están bajo la unión monetaria tienen patrones y ritmos de crecimiento muy diversos. Las autoridades consideraron que el objetivo de estabilidad de precios como garantía del crecimiento a largo plazo era el más adeucado. De momento, lo que parece descartado es que la autoridad monetaria vaya a subir tipos. "No espero un movimiento en esa línea al menos hasta bien entrado el año 2011", concluye Mackel.