Un serio competidor ante el gigante asiático
El ímpetu con el que China sigue creciendo económicamente ha llevado este año al gigante asiático a arrebatarle a Japón la medalla de plata en el podium de las potencias mundiales en el segundo trimestre. Ante la alargada sombra de este imperio, ha surgido Brasil, como otra economía emergente que brilla con luz propia. Paradójicamente, el insaciable apetito de China por materias primas se ha convertido en uno de los principales empujes para el país amazónico. Por eso, no se trata de una competición directa. De hecho, los analistas resaltan que para el inversor "no se trata de estar en un país o en otro, sino que hay que estar en los dos". De hecho, aunque nadie discute la hegemonía de China como el nuevo gran jugador, existen determinados campos en los que Brasil sale ganando.
"China va a crecer más que nadie en América Latina, pues tiene más fuerza de trabajo por incorporar. Pero para el inversor español, Brasil presenta más proximidad cultural, al la vez que resulta mucho más estable política e institucionalmente", expone Enestor Dos Santos, analista del BBVA y profesor asociado del IE Business School.
Otro factor fundamental, destaca Beatriz Tejero del grupo Banco Sabadell, es que "la economía brasileña no está intervenida" y resulta "más transparente". En esta línea, apunta Tejero, resulta destacable que el real brasileño "fluctúa libremente en el mercado" frente al férreo control que China ejerce sobre el yuan.
Un punto a favor, que otros expertos no dudan en destacar también como posible factor en contra. Axel Gorra, de BNY Mellon ARX, aduce que "los inversores en euros podrían sufrir pérdidas potenciales en el corto plazo". El gestor agrega, por otra parte, que "en las últimas décadas Brasil ha tenido un muy buen ritmo de transformación de su crecimiento de PIB, aún siendo menor al chino, en fuertes ganancias para los inversores minoritarios".
Para Rubén García Páez, director general de Threadneedle, aunque "Brasil con respecto a China está algo más cara, desde un punto de vista global el crecimiento empresarial" del país sudamericano "compensará" invertir allí. Añade, además, que la fuerte dependencia de China de las materias primas de Brasil liga el éxito de ambos estados.
"Brasil es un país democrático", sentencia Tomás González, presidente de la Cámara de Comercio de España-Brasil. "Un régimen capitalista para un ciudadano occidental, con seguridad jurídica e igualdad de trato para todas las empresas son ventajas importantísimas", zanja.
En un reciente informe en el que se valora el interés que despiertan las inversiones en mercados emergentes, Goldman Sachs pone como ejemplo el llamado "Novo Mercado" de Brasil, los procedimientos de colaboración público privado que se vienen produciendo en el país, como una de las políticas más destacables que mejoran la confianza del inversor.