El yen marca máximos ante la tibieza del G-20
La falta de medidas concretas del G-20 para atajar la guerra de divisas dejó ayer en papel mojado su compromiso de evitar "devaluaciones competitivas". El euro volvió a apreciarse y el yen rompió su máximo histórico. El Ibex terminó perdiendo los 10.900 lastrado por la banca.
La tranquilidad que inspiró el acuerdo de paz que el G-20 alcanzó el sábado ante la guerra de divisas duró lo que los mercados tardaron en abrir. Pese al compromiso de los ministros de economía de las grandes potencias de evitar "devaluaciones competitivas", la falta de concreción y medidas reales para lograrlo volvió a depreciar ayer al dólar. El euro, consecuentemente, se vio fortalecido entre los 1,39 y los 1,4 dólares. La moneda nipona llegó a marcar 80,41 yenes por dólar, sobrepasando su máximo histórico, los 80,63 yenes por dólar de 1995.
"La principal víctima del dólar ... bien podría ser Japón", advertía ayer Derek Halpenny, estratega jefe de divisas en Europa del Banco de Tokio-Mitsubishi. La apreciación de esta moneda está perjudicando gravemente a las exportaciones de Japón, como recoge el último informe de Barclays. Su Ejecutivo ya intervino cuando la divisa perforó los 83 yenes por dólar. Pese a que logró devolverlo a 85 yenes, la moneda no ha hecho más que subir desde entonces.
"Si se mueve rápidamente Japón intervendría porque puede aducir que hay mucha volatilidad. Pero si sigue haciéndolo lentamente tienen un margen reducido porque intervenir contraviene los acuerdos adoptados", explica Daniel López Argumedo, experto en divisas de Finagentes. La clave está en el billete verde. Prueba de ello es que el yen está en máximos frente al dólar, pero no con el euro. Argumedo cree que Alemania acierta al sugerir que EE UU mantiene débil su divisa de forma artificial. Una tendencia que perjudica la balanza comercial de la zona euro y que podría agravarse dependiendo del volumen de la inminente intervención de la Reserva Federal. El otro gran actor de la guerra de divisas es China, que el domingo dejaba entrever que irá dejando el valor del yuan en manos del mercado. Los expertos desconfían, sin embargo, de los tiempos que empleará en ello. "Revalorizarán la moneda poco a poco, soterradamente, para que no parezca que hacen concesiones", aduce Argumedo.
Del lado de los parqués, Europa inició una semana en positivo, con Fráncfort subiendo un 0,51%, Londres un 0,18% y París un 0,04%. La excepción la marcó el Ibex, que estuvo apunto de coronar los 11.000 puntos, pero terminó en los 10.870,3 con una caída del 0,5%. El principal lastre lo supuso la banca española, que cedió un 1,6% después de que Moody's tasara en un 8,3% sus activos no rentables, y de que AFI advirtiera que el sector necesitará 141.000 millones de liquidez adicional hasta finales de 2011. En Wall Street, el S&P subió un 0,21%, el Dow Jones, un 0,28%, y el Nasdaq, un 0,46%.
La cifra
1,86% fue la caída que sufrió ayer en Bolsa el Banco Santander, que lideró las bajadas del Ibex. El BBVA se dejó el 1,17% en una jornada con todo el sector en negativo.