Cómo innovar en un entorno de precios y rentabilidades bajas
Las empresas de alimentación y bebidas presentan sus estrategias a corto plazo.
El sector agroalimentario representa el 17% del PIB, emplea a más de medio millón de personas y es el primer sector industrial por tamaño. Sin embargo, el desplome de la demanda interna y la presión de la distribución han lastrado las cuentas de las empresas, que han descubierto que el futuro del sector pasa, en primer término, por la innovación y en segundo por la internacionalización. Esa fue una de las principales conclusiones del primero de los encuentros celebrados en el Ministerio de Ciencia e Innovación con empresarios para conocer sus inquietudes para así trasladarlas a la Estrategia Estatal de Innovación.
En el encuentro, moderado por el secretario general de Innovación, Juan Tomás Hernani y en el que participó CincoDías, los empresarios coincidieron en que el primer obstáculo que se debe salvar es el de la atomización del sector, con un gran número de pymes que no trabajan de forma coordinada. "Nuestra base productiva está muy fragmentada y estamos en manos de la distribución", aseguró Sergio Dedominici, presidente de la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (Aepla) y director general de Syngenta, quién criticó la ola de "tecnofobia" que podría impedir el desarrollo de una parte del sector. En esa línea, Rafael Sánchez, director de innovación del grupo Sos, destacó la necesidad de alinear los intereses de productores, distribuidores y agricultores para no dispersar los esfuerzos y concentrarlos en la investigación aplicada. "Las empresas no debemos hacer investigación básica. Los centros de investigación públicos son los que deben ofrecernos las oportunidades sobre las que ponernos a hacer investigación aplicada y para ello las plataformas tecnológicas deben jugar un papel vital".
Por su parte, Ignacio Garamendi, socio director de Alios Health & Food Business Solutions, reclamó la necesidad de que las pymes cuenten con estrategias empresariales definidas y dedicadas en exclusiva a la innovación. "A partir de ahí se puede generar el suficiente cash-flow para pagar dividendo o para hacer I+D", recalcó. ¿Cuántos proveedores de Mercadona hacen I+D para esa compañía", preguntó Garamendi.
Las firmas reivindican más unión empresarial para luchar contra la atomización del sector
Otro de los problemas denunciados es la falta de diálogo entre la dirección de la empresa y las unidades de I+D, lo que muchas veces redunda en detrimento de la propia compañía. "Hay cierta inconexión entre el que desarrolla la investigación y el que la dirige, lo que provoca problemas de comunicación", aseguró José Ignacio Díaz, director técnico de la empresa pública Tragsa.
Ante la falta de demanda interna, la apuesta debe pasar por la internacionalización y una de las piezas más importantes será la unión entre el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industria (CDTI) y el Instituto de Comercio Exterior (Icex). Ambos organismos unificarán esfuerzos para llevar a las misiones comerciales posibles alianzas en materia de I+D+i. "Creo que son muy buenas herramientas, ya que va a permitir a las empresas acudir a los mercados emergentes e intensivos en innovación", apuntó Miguel Coma, presidente de la junta directiva de la Plataforma Tecnológica del Agua.
Sin embargo, todas esas iniciativas no se podrán llevar a cabo si no se resuelven dos cuellos de botella: la financiación y el consumidor. "Los productores tenemos muy pocos recursos con los que trabajar clínicamente los productos y procesos a partir de la materia prima de la que disponemos", remarcó José Luis Antuña, director general de Feiraco. Por su parte, Víctor Pascual, presidente del Grupo Rioja, apuntó que el primer gran objetivo de toda empresa debe ser el conocer fielmente lo que el consumidor demanda. "Tenemos que hacer I+D+i para vender al consumidor lo que demande en cada momento. No podemos dejarle al margen de nuestras estrategias", dijo.