Berlín se ratifica en su postura de no intervenir en la opa de ACS a Hochtief
El Ejecutivo alemán se ratificó ayer en su postura de no modificar la actual legislación empresarial con el objetivo de dificultar que la constructora española ACS pueda hacerse con la alemana Hochtief a través de una opa.
El ministro de Economía alemán, Rainer Brüderle, del liberal FDP, apuntó que no considera necesario intervenir creando nuevas leyes ad hoc para interferir en este proceso empresarial.
Al ser interpelado sobre qué tenía previsto hacer el Gobierno federal respecto al intento de adquisición de la mayor constructora alemana por parte del gigante español, Brüderle respondió con un lacónico "nada". A continuación, explicó que, en su opinión, "no es necesario" tomar ninguna medida, ya que "la normativa actual es suficiente" y Alemania es un país abierto en términos comerciales.
Brüderle ya se posicionó de esta manera el lunes, cuando subrayó que prefería que la constructora opada mantuviese su actual estructura empresarial y su sede, situada en Essen (oeste de Alemania), suscribiendo las declaraciones previas de la canciller, Angela Merkel. No obstante, la cancillería alemana añadió que "sigue con interés" la operación empresarial, porque Hochtief es un "estandarte" de la economía germana.
Tanto la dirección como la plantilla de Hochtief han pedido insistentemente el apoyo del estamento político para evitar una absorción en contra de sus intereses.
Recientemente, el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, visitó la central de Hochtief y desde allí reclamó también la intervención del Gobierno de Merkel. ACS ha afirmado que mantendrá la totalidad del grupo Hochtief en caso de que prospere la opa.