China mantiene el misterio sobre el yuan
Los expertos no prevén un cambio drástico en su política.
China sorprendió esta semana a los mercados financieros al anunciar un incremento de 25 puntos básicos en los tipos de interés de referencia de los depósitos y préstamos a un año hasta situarlos en el 2,25% y 5,56% respectivamente. Una decisión inesperada, entendida por la mayoría de expertos como un gesto de buena voluntad de cara a la próxima reunión del G-20, que deja muchos interrogantes. Está por ver si abre el camino a futuros incrementos de tipos; si se convierte en la vía preferida por China para el endurecimiento monetario -en lugar de la apreciación del yuan- o si finalmente tiene efectos tanto en el crecimiento económico del país como en la entrada de flujos de capital.
"Es muy posible que esta decisión sea una forma de anticiparse a datos mejores de lo esperado tanto de crecimiento como de inflación en el tercer trimestre", explican desde Schroders. Hoy se publican ambas referencias y el consenso espera un aumento del PIB cercano al 9,5% -frente al 10,3% del segundo trimestre-, mientras que para el IPC de septiembre se prevé un incremento interanual del 3,6%.
"Si la inflación continúa subiendo es lógico asumir que los tipos de interés probablemente subirán más", añaden desde Schroders. Una idea con la que coinciden otros expertos. "Aún es pronto para aventurar cuándo se producirá el siguiente incremento de tipos ya que pensamos que el gobierno analizará el impacto que tenga en el mercado la subida reciente, especialmente en los precios de los inmuebles, antes de tomar la siguiente decisión. Por tanto, las próximas subidas de tipos serán muy dependientes de lo que digan los datos económicos", explican desde Barclays.
Queda en el aire saber si la decisión de China implica que también permitirá una apreciación más rápida de su divisa, vía por la que el mercado esperaba que iniciara el endurecimiento monetario.
Lo cierto es que la inesperada decisión de subir tipos se interpreta en buena medida como un guiño a las presiones de EE UU para apreciar su divisa de cara a la reunión del G-20 de noviembre. Si bien es cierto que muchos otros tampoco descartan que se trate también de una medida dirigida a lograr un crecimiento más eficiente dado el fuerte incremento de la concesión de créditos y la inflación.
El yuan, no obstante, lejos de apreciarse perdió un 0,12% ayer hasta los 6,65 dólares, la tercera caída consecutiva. "No hay que olvidar que en China no hay relación causa efecto entre la política cambiaria y la monetaria", dice José Manuel Pazos, de IGF. "En China es una decisión política", añade Joaquín Casasús, de Abante.
En cualquier caso, sí se extiende la impresión entre los expertos de que China ha dado un paso de forma interna hacia una mayor apreciación de la divisa. "A pesar de que esperamos ventas temporales en las divisas asiáticas y el yuan como consecuencia de la subida de tipos, pensamos que los mercados debería ver esta decisión como algo positivo para el yuan", comentan desde Nomura. "La decisión subraya la preferencia del Banco Central de China de restringir la política monetaria y eso debería incluir la apreciación del yuan. Creemos además que la decisión tendrá un impacto limitado en el crecimiento porque, aparte del exceso de liquidez en el sistema bancario, la concesión de crédito está fundamentalmente dirigida por el Estado".
Los expertos comentan que el euro también debería sentir menos presión cuando China inicie la flexibilización, actualmente vinculada al dólar, aunque habrá que esperar. Ayer el euro se apreció hasta rozar los 1,4 dólares.
La cifra
122% sobre el PIB chino es la cifra que suponen los créditos bancarios concedidos en el segundo trimestre del año en el país asiático, según Nomura.