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Reforma del presupuesto de la UE

La CE propone financiar el presupuesto de la UE vía impuestos europeos

La Comisión Europea ha sugerido hoy que el presupuesto comunitario sea financiado en el futuro a través de una gama variada de nuevos impuestos como los que están siendo analizados a escala europea sobre las actividades bancarias, las emisiones contaminantes o el transporte aéreo.

El Ejecutivo comunitario ha presentado hoy su esperado informe sobre la reforma del presupuesto de la UE, con el que abre el debate en torno al futuro marco financiero plurianual para el período posterior a 2013.

En su documento, la CE se inclina, en el lado de los ingresos, por dotar a la Unión de verdaderos recursos propios, vía nuevos impuestos, y, en el lado de los gastos, por dar prioridad a las grandes inversiones en investigación, innovación y proyectos transfronterizos de infraestructuras.

El informe de revisión obedece a un encargo realizado por los gobernantes europeos en 2005, cuando cerraron a duras penas la negociación de las llamadas "perspectivas financieras" para el actual período (2007-2013). Bruselas tenía que haberlo presentado el año pasado, pero el retraso en la ratificación del Tratado de Lisboa y en la instalación de las nuevas instituciones provocaron su retraso.

La Comisión no cuantifica ningún gasto, ni siquiera establece un orden de prioridades para las políticas comunes, a fin de evitar controversias precipitadas. Pero sí deja claro, por ejemplo, que el presupuesto actual es "demasiado rígido", lo que le impide responder a tiempo a los imprevistos; o que la política agrícola común "tendrá que ser reformada de nuevo"; y que la política de cohesión "debería concentrarse en las regiones y estados miembros más pobres".

Por el contrario, Bruselas apuesta desde ahora por fomentar la competencia entre los estados en su acceso a los fondos estructurales europeos, por extender el Fondo de solidaridad europeo a todo tipo de catástrofes, no sólo las naturales, y por cumplir el compromiso de aumentar la ayuda al desarrollo hasta el 0,7% del PIB en 2015.

Todas estas pistas, unidas a las críticas que dirige contra el reparto preestablecido de los gastos de la Unión sobre bases geográficas, como ha ocurrido hasta ahora, o a la vigencia del principio del "justo retorno", anuncian debates acalorados entre los gobiernos europeos cuando llegue la verdadera negociación a mediados de 2011.

Por lo que respecta al sistema de ingresos, la CE recuerda que en 1988 las contribuciones directas de los estados miembros al presupuesto de la Unión representaban el 10%, mientras que ahora rondan el 70%.

"Esta situación no sólo contradice el espíritu de los tratados de Roma y Lisboa, sino que fomenta debates dolorosos en torno al concepto de 'contribuyente neto' y está en el origen de la compleja idea de la rebaja o devolución", advierte en un comunicado.

Bruselas no se pronuncia abiertamente sobre la supervivencia de la más polémica de todas esas "rebajas", el denominado "cheque británico", en virtud del cual el Reino Unido recupera anualmente hasta el 66% de su contribución neta a la UE. Pero puntualiza que "la composición futura de los gastos y las reformas en el sistema de recursos propios determinarán si los mecanismos de corrección siguen estando justificados en el futuro".

Una reforma sustancial en el sistema de recursos propios consistiría, según la CE, en "abolir el recurso ligado al IVA" (parte de lo que recaudan los estados por este impuesto) y sustituirlo progresivamente por uno o varios impuestos nuevos.

El informe suministra una lista no exhaustiva de los impuestos que podrían proporcionar, en parte, ingresos al presupuesto de la UE. Menciona, por ejemplo, un futuro impuesto sobre las transacciones financieras internacionales o las actividades de la banca europea, sobre el que todavía no hay acuerdo entre los ministros de Finanzas; u otro sobre la venta de los derechos de emisión de gases contaminantes. También considera posible un impuesto "ligado al transporte aéreo", o un "IVA europeo separado", o una parte de los ingresos de un impuesto energético o del impuesto de sociedades.

La Comisión plantea asimismo a los gobiernos la necesidad de ser "creativos" a la hora de utilizar el presupuesto de la UE, que representa aproximadamente el 1% del PIB de los Veintisiete, para "atraer más recursos financieros sin necesidad de aumentarlo". Cita al respecto la emisión de "bonos europeos" para la financiación de grandes proyectos de transportes, energía o investigación científica (reactor experimental de fusión ITER).

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