Un empresario singapurés ofrece 367 millones por el Liverpool
El empresario singapurés Peter Lim hizo hoy una segunda oferta de compra mejorada por el club de fútbol inglés Liverpool, que cifró en 320 millones de libras (367,1 millones de euros).
La propuesta original del magnate multimillonario fue desestimada en favor de los 300 millones de libras (344,2 millones de euros) propuestos por la empresa New England Sports Ventures (NESV), una oferta que fue aceptada la pasada semana por el presidente del club, Martin Broughton.
Lim anunció hoy mediante un comunicado que incrementaba su propuesta inicial por otra cifrada en 320 millones de libras (unos 367,1 millones de euros).
Este comprador propuso, además, a la entidad inglesa como parte del trato otros 40 millones de libras (45,8 millones de euros) para la compra de jugadores.
"Estoy comprometido a reconstruir el club para que pueda recuperar pronto su posición en lo más alto del fútbol inglés y europeo, donde pertenece. De ahí esta oferta", dijo el empresario en la citada nota. Esta oferta mejorada de Lim coincide con el arranque, hoy, de un juicio en el Tribunal Superior de Londres para resolver una lucha de poderes que se libra actualmente en la junta directiva de esa entidad.
El banco británico Royal Bank Of Scotland, principal acreedor del club Merseyside, propiedad de los norteamericanos Tom Hicks y George Gillett Jr, ha llevado a juicio a la entidad de Anfield para determinar quién tiene autoridad para vender este club.
La BBC señala hoy que si el pleito del Royal Bank Of Scotland prospera, saldrá adelante la oferta de adquisición del equipo hecha por el NESV.
Sin embargo, el empresario de Singapur confía en salirse con la suya con su nueva propuesta para comprar el Liverpool.
El banco británico quiere obtener una orden judicial que impida a los actuales propietarios del club retirar a dos miembros del consejo de administración, entre los que se incluye Broughton.
En la primera vista judicial sobre el citado caso, el abogado Philip Snowdon, en representación del RBS, afirmó que Hicks y Gillett habían incurrido en "incumplimiento de contrato".