La banca española sufre en Bolsa por culpa de Trichet
El sector bancario español se ha situado hoy en el ojo del huracán después de que el BCE haya decidido endurecer la normativa para prestar dinero a los bancos de la eurozona.
La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de endurecer su normativa interna para prestar dinero a los bancos de la eurozona con dificultades financieras ha pesado en el sector. Y es que hoy las entidades españolas se han situado en el centro de la quema y se han convertido en el principal lastre del Ibex 35.
"Este endurecimiento implica un cambio en los supuestos en los que el BCE puede descartar a ciertos bancos con problemas para ser candidatos a recibir ayudas. Asimismo, reduce la lista de activos que pueden utilizarse como colaterales por los bancos para acudir a las subastas del BCE", explica Renta 4.
"Noticia negativa para el sector principalmente para aquellas entidades más dependientes de la financiación del BCE y consecuentemente mayor dificultad para obtener liquidez por otras vías. No creemos que esta modificación suponga un cambio de escenario para los bancos cotizados si bien no descartamos que podamos ver presión sobre las cotizaciones. En un momento en el que aún no existe una normalización del mercado interbancario y mayorista, esta actuación del BCE parece un primer paso para asentar las bases de retirada de liquidez gradual", añaden.
Y así ha sido. En la jornada de hoy, el sector se ha colocado en la parte baja de la tabla con Popular como el valor más castigado, con un recorte del 2,35%. Banesto, que ha restado un 1,87%, BBVA, que ha cedido un 0,94%, Sabadell, que se ha dejado un 1,45%, Bankinter, que ha perdido un 1,3%, y Santander, que lo ha hecho en un 0,38%, también se han situado entre los números rojos.
Por su parte, Bankinter señala que "este sábado el BCE ha endurecido las condiciones que impone para atender a los bancos con dificultades financieras que acuden a obtener liquidez al organismo. En ella esclarece los supuestos por los que puede suspender, limitar o excluir de las ayudas a las entidades por razones de prudencia o de impago. La nueva normativa restringe la posibilidad de utilizar ciertos activos de riesgo como respaldo a los préstamos solicitados al BCE entre los que destacan los ABS, y reduce la lista de activos que antes consideraba colaterales para las subastas periódicas".