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Pretende repetir consorcio con Impregilo y Conduril

FCC renuncia a una batalla legal con Portugal por el caso del AVE a Lisboa

FCC no ha encontrado base legal para emprender acciones contra el Gobierno de Portugal y su decisión, del pasado 16 de septiembre, de no adjudicar el concurso millonario de construcción y explotación del tramo de alta velocidad ferroviaria entre Lisboa y Poceirão, en el que la española era favorita. Su intención pasa por volver a presentarse con el mismo consorcio en cuanto se repita el proceso de licitación.

Primero fue absoluta sorpresa, luego análisis de la situación y, por último, resignación. FCC tiene prácticamente descartada toda posibilidad de emprender acciones legales contra el Gobierno luso de José Sócrates tras la medida de "no adjudicación" que ha pesado sobre el tramo de alta velocidad ferroviaria entre Lisboa y Poceirão, incluido en la línea que debería comunicar la capital portuguesa con Madrid en 2013.

La empresa española controla el consorcio que llegó a la recta final con todas las papeletas para ganar un contrato de construcción y explotación que el propio Ministerio de Obras Públicas valoró en 1.930 millones. En ese grupo de constructoras, denominado TAVE Tejo, también tomaban parte del capital otras dos damnificadas: la italiana Impregilo y la constructora local Conduril.

La "no adjudicación" fue comunicada el 16 de septiembre a través de una carta, a la que ha tenido acceso CincoDías, firmada por el ministro de Estado y Finanzas, Fernando Teixeira, y el de Obras Públicas, António Mendonça. A partir de ahí, el consorcio TAVE Tejo dejó abiertas todas las posibilidades para exigir compensaciones e incluso utilizar la vía legal para reclamar la adjudicación.

Fuentes cercanas a FCC aseguran que, tras el estudio del caso TAVE Tejo, no tiene más remedio que respetar las razones que han llevado a Portugal a frenar la adjudicación cuando había dos ofertas en liza y la española era claramente favorita frente a la portuguesa Mota-Engil. En todo caso, no se renuncia a una indemnización por los gastos soportados durante el concurso.

Entorno económico

Las disculpas de los ministros portugueses se basan en el cambio del entorno económico a medida que iban pasando los meses y avanzaba el concurso. Una degradación de la economía del país que desembocó en la rebaja del rating del Estado portugués y en las consiguientes dificultades para obtener y costear la financiación comercial necesaria.

En su carta, Teixeira y Mendonça, afirman que el encarecimiento de los costes de financiación representan "un agravamiento en las condiciones propuestas por los concurrentes que va más allá de los límites admitidos por las normas que regulan el concurso". Y añaden que Portugal también reprograma el proyecto debido a la mayor captación de fondos europeos (700 millones frente a los 170 millones logrados anteriormente) para respaldar la construcción del tramo. Así, disminuye la carga de financiación privada y se evita la pérdida de esos fondos, cuya aplicación está limitada al año 2015. Además, el BEI pone en juego otros 700 millones, lo que limita la inversión del Estado a unos 100 millones.

Tal alteración en la estructura financiera de la obra y posterior concesión obliga, según la Administración, a repetir su licitación. Una circunstancia que probablemente derivará en un nuevo concurso en el mes de noviembre, según ha reconocido el propio ministro Mendonça.

En un principio, FCC volverá a presentarse a la vista de que Portugal y su plan de infraestructuras son estratégicos para la compañía. Fuentes internas aseguran que, de tomarse la decisión, se intentará repetir consorcio. De este modo, la firma que controla Esther Koplowitz volvería a formar equipo con la italiana Impregilo y con el socio portugués Conduril.

Conocedores de los planes de RAVE, organismo promotor de la alta velocidad en Portugal, han detallado que el nuevo proyecto rondará los 1.700 millones, lo que supone recortar en más de 200 millones la anterior propuesta al quedar excluido el ramal que comunicaba Lisboa con el futuro aeropuerto de Alcochete.

Asidero legal

La ley lusa 18/2008 sobre contratos públicos dice que la Administración puede dejar un concurso sin adjudicar si hay "circunstancias imprevistas o necesidad de cambio en aspectos clave del procedimiento una vez expirado el plazo de presentación de propuestas".

Un año de carrera de obstáculos

Los antecedentes en el parón del concurso del AVE luso entre Lisboa y Poceirão hablan de un camino lleno de trabas para FCC, que al final no ha firmado el contrato.El proceso estuvo en el alero por las elecciones. Si el 27 de septiembre de 2009 hubieran ganado los conservadores del PSD, el proyecto de la conexión con España por AVE se habría guardado en un cajón. Pero no sucedió y FCC pudo seguir adelante con su oferta.Una vez conocidas las valoraciones técnicas, y con clara ventaja española en la parte económica, el gigante local Mota-Engil amenazó con una impugnación en enero. Unos días antes, Sócrates pidió a Zapatero que se abriera paso a las constructoras portuguesas en las obras ferroviarias españolas. Dicho y hecho, FCC selló una alianza con Conduril para trabajar a ambos lados de la frontera.La lusa ya tiene un contrato del AVE en Huelva. A la española se le ha negado en Portugal el que era su gran logro en plena crisis.

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