Barceló, modernidad con el gusto de siempre
La cadena de hoteles renueva sus establecimientos en Andalucía.
Salmorejo con regusto teutón, pack choi a la malagueña o matrimonios de japoneses por soleares. Son las señales inequívocas de que la globalización llegó para quedarse. Y la restauración no es la excepción: los hoteles Barceló en Andalucía son buen ejemplo de la mezcla de la funcionalidad más urbanita y del arraigo al sabor de la tierra. Salas con aires de Dalí en el Málaga Barceló, vestíbulos con curvas de sensualidad brasileña al estilo del arquitecto Niemeyer en el Renacimiento de Sevilla, o el aroma hispánico más refinado que rezuma la cocina del chef alemán Lutz Bösing en el Bobadilla de Granada son los mayores exponentes.
Y todo ello en unos tiempos de austeridad que han impreso su huella en la hostelería. Los más sufridores, los que ofrecen sus servicios principalmente a empresas, como en el caso del moderno Málaga Barceló, explica su subdirector, Javier Estefanell. Menos viajes de negocios, convenciones o comidas de empresa. La frugalidad azota las arcas privadas y las compañías han puesto sus presupuestos a dieta. Con todo, Barceló -una de las cadenas hoteleras más importantes del mundo- ha decidido reimpulsar su oferta al borde de sus 80 primaveras.
Las joyas de la corona
La oferta Barceló en Andalucía atesora dos de las joyas más preciadas dentro del amplio espectro de establecimientos de esta cadena con vocación internacional -183 hoteles repartidos por casi una veintena de países-. Una de ellas es el Bobadilla. El edificio, incrustado en un campo de olivos de Loja, Granada, fue construido con la frescura de los palacios y sus patios andaluces. Este hotel despliega sus lujosas cinco estrellas en un entorno idílico y con fuertes reminiscencias a la Alhambra. Un enclave hasta el que se acercan muchas parejas de jóvenes nipones sin importarles los miles de kilómetros que han de recorrer para casarse entre sus muros. Allí los fogones corren a cargo de Lutz Bösing, un chef alemán cuya nacionalidad no es óbice para que imprima con notable destreza los sabores, texturas y aromas propias de la tierra a sus platos.
El otro orgullo de la cadena Barceló lo constituye el Renacimiento de Sevilla. Tres edificios cilíndricos que reposan a la orilla del Guadalquivir. La luz, generosa en estas altitudes, entra a raudales por las ventanas iluminando el blanco de los enormes vestíbulos donde sus plantas y pequeños lagos artificiales evocan a César Manrique. Un hotel urbano que puede llegar a decepcionar a quien vaya con la idea preconcebida de la suntuosidad asociada a un cinco estrellas. Con todo, la buena mesa del cocinero José Antonio González y del repostero Laurentino Jiménez consigue que éste sea un lugar redondo para encuentros empresariales y convenciones.
Placer y negocios
Hoteles y 'resorts' de lujo-Málaga Barceló. Ubicado en la estación del AVE María Zambrano. El hotel dispone de varias salas con paneles móviles que permiten ampliar o reducir su tamaño a placer, además de un sofisticado juego de luces. El establecimiento es idóneo para la celebración de reuniones de negocios y conferencias.-La Bobadilla. Este resort de cinco estrellas es un magnífico lugar para desconectar del ajetreo de la ciudad. Situado en una extensa finca de encinas y olivos, dispone de un lujoso spa y brinda una excelente cocina con marcado acento andaluz.-Renacimiento. Establecimiento concebido para la Expo de Sevilla del 92. Adquirido después por Barceló, es el rey indiscutible de los hoteles urbanos de la cadena.