Un profesional de las cajas
El economista leonés es el candidato del PP y PSOE de Castilla y León para presidir la fusión de Caja España y Caja Duero, aunque debe ser ratificado por el consejo de administración.
Evaristo del Canto regresa a su antigua casa después de siete años de ausencia. Los máximos líderes del PP y del PSOE de Castilla y León ya han pactado que este leonés de 57 años presida la entidad resultante de la fusión de Caja España y Caja Duero, que se convierte en la octava caja de ahorros del país con unos activos de casi 46.400 millones de euros. Su nombramiento, sin embargo, no es aún definitivo. Está pendiente de ratificación por la asamblea extraordinaria de la nueva entidad, que se celebrará el 28 de este mes, y del consejo de administración, previsto para finales de noviembre. Depende, además, de si logra deshacer el sabor amargo que dejó en algunos miembros del consejo de Caja España tras su partida en 2003.
Curtido en el negocio de las cajas de ahorros, Del Canto ha pasado cerca de 20 años de su carrera entre La Caixa y Caja España. En 1985 ingresó en la entidad catalana como director de la oficina de León GrupCaixa. Tres años después, se convertía en delegado general de la zona noroeste, a cargo de las oficinas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León.
Caja España lo ficha en 1999 para la dirección general, pero el consejo de administración lo releva de su puesto cuatro años más tarde. Su salida causó sorpresa en el sector, al producirse en un momento en que la entidad se encontraba en un proceso de reestructuración por su elevado nivel de gasto y excesiva cartera de inversión en Bolsa, según destaca la prensa de entonces. Así, Del Canto había diseñado un plan estratégico, enfocado en el impulso del negocio de las pymes, que nunca se ejecutó.
Del Canto, discreto y familiar, es un profesional de las finanzas que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en La Caixa
Pero también produjo un descontento interno la indemnización de 1,35 millones de euros que recibió Del Canto, tras un supuesto acuerdo alcanzado con el entonces presidente Juan Manuel Nieto Nafría, según el auto de una querella presentada el 3 de noviembre de 2003 ante el Juzgado de Instrucción número 1 de León por un grupo de consejeros generales de la entidad y que fue archivado en 2005 por el tribunal.
Al poco tiempo de su salida de Caja España, Evaristo del Canto entra otra vez a La Caixa. Esta vez, como director territorial de Castilla y León y Castilla-La Mancha, responsable hasta ahora de más de 800 oficinas. El leonés es un hombre muy afín a la caja catalana y tiene una buena relación con el presidente, Isidro Fainé, que también preside la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). En dicha entidad ha desarrollado la mayor parte de su carrera.
Ahora, la cúpula del PP y el PSOE lo han elegido para presidir la nueva caja castellana. Su regreso ha generado un clima de malestar en Caja España, por la tensa relación que mantuvo con varios miembros de la dirección. "Dejó muchas heridas abiertas en empleados y directivos", apuntan fuentes del sector.
Juan Vicente Herrera (PP) y âscar López (PSOE) han justificado la designación en que "su perfil coincide con los criterios de la nueva Ley de Cajas de la comunidad autónoma". Es decir, que el presidente "sea un profesional de las finanzas, con experiencia en el sector, y no un político". Pedro Muñoz, secretario de Organización del PSOE en la región y quien ha participado en las negociaciones, añade que "su trayectoria lo avala como buen profesional y el candidato adecuado porque conoce Castilla y León".
Quienes le conocen apuntan que Del Canto es un hombre discreto, impávido, un poco tímido y que evita la exposición pública. Una persona muy familiar -está casado y tiene dos hijos- y religiosa, que desconecta los fines de semana hasta el punto de que no contesta las llamadas al móvil a menos que no sea una urgencia. Es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Bilbao, y completó su formación en 1998 con un diplomado en alta dirección (Pade) por el IESE de Madrid. Entre 1992 y 1999 impartió clases de Dirección Financiera en la Universidad de León.
Este profesional tiene un largo camino por recorrer antes de ocupar el cargo. En la reunión de las Cortes de Castilla y León, prevista en principio para el día 20, será designado como miembro de la asamblea general de Caja España y Caja Duero. Después, la asamblea general, que se celebrará el día 28, debe votarle como consejero general y, finalmente, en la reunión del consejo de administración, a finales de noviembre, se aprobará su presidencia. De cumplirse este calendario, llegará a la caja -muy polémica en su fusión- a más tardar en diciembre de este año.
Su gran reto al frente de ella será garantizar su solvencia y rentabilidad en un entorno de crisis en la banca mundial. Unas exigencias que forman parte del proceso de reforma del sistema financiero español, que ha afectado de plano a las cajas. Y que, probablemente, aún tenga alguna que otra vuelta de tuerca en los próximos meses.