El Gobierno francés, contra el proveedor de internet Free
El ministro de Cultura de Francia, Fredéric Mitterrand, tildó hoy de "inaceptable" la actitud del proveedor de internet Free y anunció que emprenderá acciones legales contra éste si no accede a trasladar a sus abonados los avisos que les envíe el organismo encargado de evitar las descargas ilegales en la Red.
"El cambio de Free, que el lunes (pasado) decidió no trasladar a sus abonados los mensajes de advertencia, en una violación formal de sus obligaciones legales, es inaceptable", declaró el ministro en un comunicado en el que amenazó con zanjar la polémica a través de un decreto.
La nueva y polémica ley francesa para luchar contra la piratería en internet creó un organismo (Hadopi) para vigilar las descargas ilegales en internet que, en caso de detectar una infracción, enviará hasta dos mensajes de advertencia el usuario, antes de cortarle la conexión a internet hasta por un año, en caso de reincidencia.
Mitterrand recordó que, el pasado mes de septiembre, el Ministerio de Cultura y Comunicación abordó con los proveedores el tema de los posibles sobrecostes que pudiera acarrearles la identificación de los abonados infractores a partir de sus direcciones IP.
Sin embargo, Free ha cambiado recientemente su punto de vista y se niega a transmitir los datos al Hadopi, reivindicando el respeto a la confidencialidad de los "datos personales"
"La ley de 'Creación Internet', que crea el marco indispensable para el desarrollo a largo plazo de una oferta legal abundante y de calidad", será aplicada", aseguró el ministro, quien subrayó que aquel proveedor que no cumpla sus obligaciones legales deberá "atenerse a las consecuencias judiciales y financieras".
"En breve, un decreto precisará las sanciones en este sentido", añadió el titular de Cultura y Comunicación.
El Hadopi comenzó a enviar la semana pasada las primeras cartas de advertencia a los infractores, tras obtener sus identidades a través de las direcciones IP que le facilitaron los operadores.
Free, a menudo percibido como un electrón libre en el sector galo de las telecomunicaciones, fue la primera empresa que ofreció un paquete conjunto de internet, telefonía fija y televisión por 30 euros al mes.