Más expedientes sancionadores en la CNMV con la crisis

La crisis planetaria ha tenido unas catastróficas consecuencias sobre los mercados, incluyendo, por supuesto, el español. En gran parte, se han paralizado las opas, las OPV, las OPS y también las fusiones y las adquisiciones, entre otro tipo de operaciones. Este año, los técnicos de la CNMV ni siquiera han tenido que dedicar tiempo a comprobar los folletos de las emisiones de participaciones preferentes que las entidades financieras vendieron masivamente a los pequeños inversores en 2009 (se colocaron más de 11.000 millones de euros en este tipo de títulos). Sin otras tareas a las que dedicarse, el organismo se ha centrado en una de sus labores fundamentales: la supervisión. Fuentes jurídicas explican que este ejercicio se constatará un aumento del número del número de expedientes sancionadores abiertos por la CNMV. La tendencia ya se observó el pasado ejercicio, cuando el número creció un 61,5% respecto a 2009, hasta situarse en 21.

Las artimañas del capital riesgo para saltarse sus propias normas

El private equity (capital riesgo) está atrayendo en este momento la atención de muchos inversores que buscan gangas. Los precios de muchas empresas que necesitan liquidez para continuar su crecimiento son atractivos. Se están levantando fondos dispuestos a aterrizar en empresas atractivas. La cruz de la moneda son las desinversiones. Una buena parte de los fondos de capital riesgo se imponen un periodo máximo para permanecer en el capital de una compañía. Pasado ese plazo, deben salir de esa empresa. Y, claro está, deben salir con plusvalías. Este último requisito no es tan fácil de cumplir en la coyuntura actual. Así, fuentes del sector señalan que una fórmula para cumplir las normas y no hacer un mal negocio consiste en intercambiar inversiones con otros private equity. Digamos que cambian sus cartas a la espera de que la situación se normalice.