Santander pide a Bruselas que elimine las ayudas a la banca
Santander reclamó ayer en Bruselas, durante una audiencia ante la comisión de Asuntos Económicos, que la Unión Europea decrete el fin del apoyo estatal a los bancos para evitar distorsiones de competencia.
"Hay que pensar ya en volver a la normalidad. Cuanto más duren las ayudas, mayor será la distorsión", ha considerado el vicesecretario general y del consejo de administración de la entidad, Jaime Pérez Renovales.
Estas declaraciones se produjeron después de que el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, anunciase que permitirá a los Gobiernos nacionales seguir dando ayudas públicas a la banca y a las pequeñas y medianas empresas (pymes) hasta 2012, un año más de lo inicialmente previsto, por considerar que las condiciones de crédito todavía no se han normalizado pese a la salida de la recesión.
A pesar de que las ayudas van a continuar a lo largo del próximo año, Almunia ha asegurado que 2011 debe ser "un año de inflexión", en el que la "utilización amplísima de recursos públicos" de los últimos dos años no podrá continuar y en el que será necesario acelerar las reformas para impulsar el crecimiento.
Por su parte, el banco presidido por Emilio Botín, que ha sobrevivido a la crisis sin ningún tipo de apoyo estatal, considera que algunos de sus competidores han obtenido una ventaja competitiva importante debido a la concesión de ayudas públicas.
En concreto, Pérez Renovales ha recordado que las entidades que han recibido apoyo económico no deberían repartir dividendos, ni ganar cuota de mercado y, en ciertos casos, deberían haber facilitado el acceso a sus competidores, algo que, a su juicio, no siempre ha ocurrido.
El representante del Santander ha subrayado, además, que las ayudas nunca deberían ir a entidades no viables, y ha advertido ante la "pérdida de confianza" que los apoyos a ese tipo de bancos crea en el mercado interbancario.
ING contraataca
En oposición a las reclamaciones de Santander, el grupo financiero ING -que necesitó asistencia del Estado holandés- ha pedido en la misma audiencia la continuidad del marco temporal que permite las ayudas al considerar que la situación del sector financiero aún es frágil.