La OCDE avala la reforma laboral y pide tiempo para que dé resultados

Gurría no cree que se necesiten más rescates en la zona euroEl secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, defendió ayer la reforma laboral y avaló la actual política económica del Gobierno. A su juicio, pese a las recientes dificultades de Irlanda, no es probable que ningún país vuelva a necesitar ser rescatado en la zona euro como le sucedió a Grecia.

La reforma acaba de salir del Parlamento, y no pueden esperarse resultados instantáneos. Dicho eso, creo que va por el buen camino". Con estas palabras avaló ayer el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, la reforma laboral que acaba de costarle al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero su primera huelga general. "Los países que flexibilicen sus mercados serán los que mejor se aprovechen de las nuevas rentas después de las crisis", afirmó Gurría, que participó en un encuentro con periodistas después de intervenir en el seminario Más Allá de la Crisis: El Futuro del Sistema Multilateral, organizado por la Fundación Ramón Areces y la propia OCDE.

Según el responsable del club de los países ricos ("club de los países con mejores prácticas", como prefiere llamarlo), el cambio legislativo "facilita el ajuste de los salarios a las condiciones empresariales y reduce la sobreprotección de los trabajadores fijos", aunque destacó que todavía "deja margen de mejora" en la intermediación de las agencias públicas de empleo: "Las transferencias de fondos a los organismos regionales deberían condicionarse a los resultados que vayan obteniendo". Además, reclamó un "mayor incentivo" para la búsqueda de empleo por parte de los parados.

Gurría llegó a cuestionar la excepcionalidad española, cuya tasa de paro dobla la europea. "Después de más de diez años con crecimientos de PIB un punto y medio superiores a los de la zona euro, España todavía tenía más paro. Las cifras no son estrictamente comparables, porque aquí se mide mejor la informalidad que, por ejemplo, en Estados Unidos. Si ese país utilizase el mismo método, su tasa de paro sería del 17%, y no del 10%", razonó.

Pocos días después de la presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado, Gurría avaló la actual política económica del Gobierno, centrada en el ajuste fiscal y las reformas estructurales: "Se están tomando medidas prácticas, y se empiezan a poner de relieve fortalezas como un nivel de deuda pública ejemplar, mucho más bajo que la media de la OCDE y de la zona euro", afirmó. Y salió al paso de los rumores sobre una posible rectificación en la intención de Moncloa de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años: "Lo que me dicen a mí desde el Gobierno es que están decididos a esa y otras reformas urgentes", aclaró.

No más rescates

Cuando los principales organismos internacionales están a punto de publicar sus previsiones de crecimiento, Gurría caracterizó el porvenir económico global a medio plazo como "de poco crecimiento, mucho paro y mucho déficit". Para evitar que se cumpla ese "decepcionante" escenario, reclamó a los Gobiernos que abunden en las reformas en los mercados de factores y de productos.

Respecto a las nuevas tensiones financieras de la zona euro, centradas en Irlanda (la intervención del banco Anglo Irish Bank disparará el déficit del país al 32%), Gurría dijo no creer que ningún país vaya a necesitar ayudas de emergencia como las que se otorgaron a Grecia (110.000 millones de euros, entre la UE y el FMI), "pero, en caso contrario, ahora la zona euro sí está preparada para cubrir la eventualidad", gracias al compromiso de los países miembros de actuar hasta con tres cuartos de billón de euros. El ex vicepresidente del Gobierno y ex comisario económico europeo Pedro Solbes, que también intervino en el seminario, respaldó a la Unión Económica y Monetaria frente a quienes dudan de su viabilidad futura: "Habría que haber visto el impacto de la crisis si no hubiéramos tenido el euro", especuló.

Confianza del consumidor a la baja

La confianza de los consumidores volvió a caer en septiembre tras cuatro meses de subidas consecutivas, debido a la peor percepción que los ciudadanos tienen de la situación económica actual y, sobre todo, del empleo. Así lo refleja el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC), que elabora el Instituto de Crédito Oficial mediante encuestas a un millar de ciudadanos. El ICC se situó en 72,8 puntos, 2,1 menos que en agosto. El ICO obtiene el citado índice combinando otros dos indicadores: el relativo a las expectativas apenas sufre modificación en el último mes (dos décimas menos, hasta los 95,5 puntos), de modo que el grueso de la caída se debe al deterioro de la percepción de la situación actual: después de descender en 3,9 puntos, se sitúa en 50,9.Para el ICO, el indicador de confianza está mostrando "movimientos laterales" dentro de una senda de "suave recuperación" -en el último año ha mejorado 2,5 puntos-, lo que, en opinión del organismo, parece anticipar que la "modesta recuperación" del consumo continuará en los próximos meses, a pesar de la subida del IVA.Por otra parte, el número de concursos de acreedores se situó entre enero y septiembre en 3.221, un 6% menos que un año atrás, según el baremo que elabora PwC a partir de la información del BOE.