En agosto el índice estuvo en el nivel 51,2 (por encima de 50 indica expansión y, por debajo, contracción). Markit explicó en un comunicado que la contracción del índice en septiembre se debió a la caída de nuevos pedidos, del empleo y de compras pendientes almacenadas.
El economista de Markit Andrew Haerker señaló que el declive fue "sólo marginal" ya que el aumento de nuevos pedidos procedentes de Alemania y Francia consiguió evitar que la caída fuese más fuerte.
En cualquier caso, el incremento de nuevos pedidos para exportaciones no logró compensar la baja demanda del mercado español. Así, la producción manufacturera aumentó en septiembre al ritmo más lento de los últimos siete meses. Por su parte, el empleo en el sector se continuó destruyendo y suma ya 37 meses consecutivos.
Los encuestados por Markit señalaron que los precios de compra aumentaron como consecuencia de la subida de costes de una "gran variedad" de materias primas, aunque el aumento no se trasladó a los precios de venta, que bajaron ligeramente debido a la "fuerte competencia".