Coto a la mala educación

De un tiempo a esta parte parece no transcurrir un solo día sin que un destacado personaje público sea noticia no por lo que dice, sino por cómo lo expresa. La pasada semana un analista de Funcas y el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción fueron noticia por las expresiones utilizadas para criticar medidas anunciadas por el Gobierno. Al utilizar términos como "cabezas despiojadas" o "imbecilidad" no sólo pierden la razón de sus argumentos, sino que desvían la atención del mensaje que quieren enviar a la opinión pública.

Quizá haya llegado el momento de abrir un debate sobre cómo poner coto a este tipo de prácticas desde los medios de comunicación. Con lo rico que es el idioma se puede llegar a ser muy ácido e hiriente sin caer en la mala educación.