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Historia del sector financiero español

La banca y el seguro repasan su árbol genealógico

Bancos, cajas y aseguradoras echan la vista atrás. Enlos últimos años han publicado varios libros, organizado exposiciones e, incluso, abierto museos que rememoranel pasado de la industria financiera nacional

Más de 300 abriles separan el Santo Monte de Piedad de las Ánimas del Purgatorio que fundara el padre Francisco Piquer de la Caja Madrid presidida por Rodrigo Rato. Poco se asemejan ya el uno y la otra, y sin embargo son la misma institución. El caso de la enseña del oso y el madroño es un mero ejemplo. Las décadas pasan para la industria financiera y, por eso, muchas instituciones han decidido echar la vista atrás, hacer balance (como manda el oficio) y dejar constancia de que ellas también tienen un pasado. Una historia que se entrelaza con las alegrías y las penas de España, Europa, las Américas, Filipinas e, incluso, las colonias de África.

Un rosario de libros y exposiciones ha venido a rememorar el devenir de los apuntes en cuenta, la concesión de préstamos y la suscripción de pólizas en los últimos años. La iniciativa más reciente la protagonizó hace dos semanas el Instituto de Ciencias del Seguro, dependiente de la Fundación Mapfre. Este organismo acaba de trasladar al centro de Madrid el Museo del Seguro.

Las paredes de este espacio están trufadas de nombres tan prudentes como La Previsora Hispalense, El Porvenir, El Ocaso o La Constancia. También los hay con sonoridad castiza (La Patria Hispana o Mare Nostrum) y acento Atlántico (Unión Iberoamericana o La Sud Americana). Y por supuesto, en la colección aparecen planchas de cobre de ascendencia francesa, británica, irlandesa, helvética o portuguesa. Es el caso de Assurances Générales, La Gresham, Patriotic, Zurich o La Tranquilidade.

Mientras los muros albergan los emblemas corporativos y avisos tan cotidianos como "Asegurada de incendios", los expositores guardan documentos variopintos. Testimonios de otras épocas y de otras necesidades aseguradoras. Entre las curiosidades aparece una póliza sobre la vida de un grupo de esclavas donde se indica sus nombres, edades y ascendencia, fuera esta conga o criolla. También destacan los seguros de quintas. Este producto permitía a las familias burguesas acumular el dinero necesario para, cuando sus hijos varones fueran mayores de edad, pagar el impuesto que les permitiría librarse del servicio militar. Así eludían servir en alguno de los conflictos coloniales en América, Asia o África.

Pero las aseguradoras son algo más que chapas y papeles. El Museo del Seguro tiene un hueco para el urbanismo. Regadas por el liberalismo político y económico, las ciudades españolas asistieron al florecimiento de edificios de piedra noble y techumbre de acero al amanecer el siglo pasado. Nacieron los ensanches y se remozaron los cascos históricos. Detrás de muchas de esas construcciones estuvieron las compañías aseguradoras. Varias forman hoy parte del imaginario cotidiano. Es el caso de los edificios Metrópolis (La Unión y el Fénix) de Madrid o La Equitativa de Valencia.

Entre las 1.300 piezas de la colección (600 de ellas expuestas) reposan varios expedientes de siniestros -como el del incendio que arrasó en 1932 los Grandes Almacenes El Siglo, de Barcelona-, cupones de acciones y, por supuesto, carteles y prospectos publicitarios. Con diagramas y dibujos, las firmas hacían llegar sus productos a una sociedad donde el analfabetismo era corriente. En la iconografía se alternan las escenas domésticas y bucólicas, con alusiones al hambre, la desesperación y el miedo.

Las paredes dispuestas por Mapfre no son el único homenaje al seguro. Catalana Occidente dispone de un museo propio en su sede de Sant Cugat del Vallès donde guarda material de oficina, maquinaria y correspondencia. Más de 600 piezas que dan cuenta de los casi 150 años de historia del grupo.

Aniversario de la CECA

En la rama bancaria destacan los esfuerzos realizados por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). En 2003, con motivo del 75 aniversario de su fundación, la confederación celebró una exposición restrospectiva. Desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Libretas, actas fundacionales, libros de cuentas y boletines de ingresos se alternaron con cuadros de Rusiñol, Sorolla, Genovés y Chillida. Y junto a los retratos de los prohombres de la Restauración, se ubicaron objetos empeñados en los montes píos como una radio, un maletín de barbero, varias cuberterías y hasta un libro de horas de la Familia Real.

La muestra de CECA cerró sus puertas hace ya mucho. Pero los aficionados a la historia del dinero siempre pueden acudir al Museo de la Moneda, dependiente de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, o visitar la colección numismática del Museo Arqueológico Nacional. Y a través de las efigies, recordar que las finanzas respaldaron aciertos y fracasos, esperanzas y desengaños. La Historia, en suma.

Propuestas para los más curiosos

- Museo Casa de la Moneda. Doctor Esquerdo, 36. Madrid. Teléfono: 915 666 544. Web: www.fnmt.es. Horario: lunes, cerrado; martes a viernes, de 10.00 a 17.30, initerrumpidamente; sábados, domingos y festivos, de 10.00 a 14.00. Entrada gratuita.- Museo del Seguro. Bárbara de Braganza, 14. Madrid. Teléfono: 915 812 008. Web: www.museovirtualdelseguro.com. Horario: previa petición de hora. Entrada gratuita.- Museo Arqueológico Nacional. Serrano, 13. Madrid. Teléfono: 915 777 912. Web: http://man.mcu.es. Colección numismática. Horario: cerrado por obras desde el 17 de agosto hasta el 19 de octubre de 2010.- Museo Catalana Occidente. Avda. del Alcalde Barnils, 63. Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Web: www.grupocatalanaoccidente.com. Horario: previa petición de hora en el correo museo@catalanaoccidente.com. Entrada gratuita.

Memoria de las pólizas y de los préstamos

En Banco Santander. 150 años de historia. 1857-2007, Pablo Martín Aceña repasa cómo un pequeño banco local de emisión se ha transformado en un actor financiero de primer orden mundial. Algo parecido hizo el pasado ejercicio Unicaja, que con motivo de su 125 aniversario financió Unicaja 1884-2009. Los textos, coordinados por David Molina, repasan el devenir de las cajas de Cádiz, Almería, Antequera, Ronda y Málaga hasta la constitución de la mayor entidad de crédito andaluzaHace un par de años, Banco Sabadell decidió editar la monografía Banco Urquijo, un banco con historia. En este libro, Núria Puig y Eugenio Torres recuerdan el devenir del que fue el banco industrial español por antonomasia en el siglo XX y uno de los pioneros en banca de inversión en el país.Ahorro Corporación y AFI están por su parte detrás de Los orígenes de las finanzas, un esmerado libro cuyos capítulos asisten a las primeras emisiones de deuda en el Trecento por parte de las ciudades-Estado transalpinas, acompañan las flotas de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales e, incluso, repasan las victorias de la Santa Alianza contra Napoleón por obra y gracia de los Rothchild.La industria aseguradora tampoco se queda atrás. Axa sufragó en 2007 la publicación de Historia del seguro. Este trabajo de José Manuel Alonso aborda la marcha de la industria en España, y luego dedica otro apartado al pasado del grupo francés en el país. Allianz, por su parte, pagó en 2000 la edición del estudio Las compañías de Seguros a Quintas. Un paliativo al impuesto de sangre, de Valentina Fernández.

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