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Desayunos Cinco Días

La logística pide un cambio en las relaciones laborales

El sector logístico reivindica su papel "fundamental" en el desarrollo de la economía española, en la que representa el 6% del producto interior bruto (PIB). En un contexto marcado por la crisis económica, esta industria está aprovechando estos momentos para realizar una serie de transformaciones internas que lleven a los operadores a alcanzar mayor competitividad en un entorno global.

Reducción de precios; estrechamiento de los márgenes; fragmentación del sector; falta de flexibilidad en las relaciones laborales; y el déficit de infraestructuras que tiene España en cuanto a la conexión de los puertos son los principales obstáculos a los que se enfrenta esta actividad económica en la actualidad, según los principales responsables de las empresas logísticas del país, convocados a un encuentro sectorial organizado por CincoDías, en colaboración con Adecco, en el que destacaron también el papel dinamizador del sector para la economía española.

Para José María Serrano, director general de Salvesen Logística, "el problema de base que debe afrontar España es el de la competitividad y la productividad, y no tanto el coste del despido". Recordó que una logística competitiva puede hacer, a su vez, "competitivo al país".

Javier Bilbao, director general de DHL Exel (DHL Supply Chain Iberia), considera que el sector logístico es uno de los grandes desconocidos de la economía española. "Está muy profesionalizado y bien gestionado; además, somos un gran generador de empleo", aunque confesó que el sector tiene que dar un paso más en busca de una mayor modernización.

La reducción de precios que se han visto obligados a realizar los operadores a los clientes por sus servicios fue uno de los asuntos estrella del debate. El presidente de TNT, Ignacio Garat, resaltó que la llegada de la crisis ha tenido consecuencias en este sentido. "Determinadas compañías han alargado la agonía ofreciendo sus servicios por debajo de los costes. De cara al futuro, se producirá antes un recuperación en volúmenes de negocio que de precios".

José Carlos Varela, vicepresidente de SDF Ibérica, apuntó que existe un problema tarifario en todos los operadores. En su opinión, habría que incrementar las tarifas entre un 5% y un 10%. "No nos reconocen la función ni la inversión que estamos haciendo, lo que incide en que se empobrezca el sector".

Luis Marceñido, director general de FCC Logística, indicó que una de las características que está definiendo a su empresa en estos tiempos de crisis tiene que ver con la flexibilización de los costes. "Ha habido un trabajo en la reducción de los costes, con cambios en los procesos, en la organización de la empresa o trabajando en colaboración con otros operadores. Hay que tener en cuenta que los márgenes del sector han sido siempre muy bajos".

Javier Bilbao explicó que ahora se valora más el precio por parte de los clientes cuando contratan a un operador y no tanto los servicios. En este sentido, Ignacio Garat fue más allá y se mostró convencido de que el sector "ha pervertido a los clientes, al no repercutirles el coste". Por su parte, Varela recordó que los márgenes en los que se mueven los operadores españoles son muy estrechos. "En Francia, por ejemplo, éstos se encuentran entre un 3% y un 4%, mientras que en España están entre un 0,5% y el 1%".

Isabel González, directora sectorial de Logística y Transporte de Adecco, estuvo de acuerdo en considerar que el sector no tiene demasiado reconocimiento ante la sociedad y los clientes. "Aunque este punto está cambiando, debe hacerlo aún más", apuntó.

A su juicio, las notas que deben definir al sector consisten en que pueda trabajar con flexibilidad laboral, colaborando más de la mano con recursos humanos y aportando mayor valor añadido al cliente, un punto este último al que no pueden llegar los operadores pequeños. "Todo ello hace que la operativa funcione mejor y que los clientes puedan pensar en la externalización de algunos servicios". Además, González subrayó la necesidad de que se produzca una concentración entre los mejores del sector.

Precisamente, la excesiva atomización existente en la actividad logística fue uno de los aspectos que más se resaltaron en el encuentro. Javier Bilbao recordó que el sector está muy fragmentado. "Existen pocas empresas grandes pero, en comparación con lo que significa el tamaño del sector, estas pocas son aún pequeñas".

Luis Marceñido subrayó que en el sector logístico no han caído empresas por la crisis "pero sí que está muy atomizado, aunque existen más autónomos en transporte y no tanto en logística". Marceñido dio como prueba del tamaño que tienen los operadores logísticos en España el hecho de que cuentan con una plantilla de 100 trabajadores como media. A su juicio, esto deja claro las escasas dimensiones de las empresas y la necesidad de una concentración. "Cualquier proceso de este tipo se ha parado por falta de crédito y en el futuro cercano no se ve un cambio en este sentido. Cuando el contexto varíe, entonces sí que se producirán fusiones y adquisiciones".

Varela declaró que la atomización conduce a que "los retornos en el sector sean muy bajos, del 1%". Por su parte, Bilbao remarcó que en España las concentraciones vendrán por los grandes grupos que han intentado entrar en el pasado y no han podido. "El mercado español es atractivo, aunque los márgenes sean inferiores a los de otros países". Una de las vías de crecimiento en el futuro podrá venir, según estos expertos, en el hecho de que la externalización de los servicios logísticos no está muy extendida en España. Para Bilbao queda mucho por hacer en esta línea y Varela remarcó que este asunto no está avanzado en el área de la alimentación.

A pocos días de la huelga general, los expertos hablaron en su intervención de los cambios legislativos necesarios en el terreno laboral y de la necesidad de dotar de mayor flexibilidad a las relaciones laborales. "La flexibilidad laboral y de la jornada del trabajo es clave, sobre todo para un sector como el nuestro en el que puede haber puntas de trabajo, en dos días de la semana, que pueden significar un 60% más de trabajo que el resto de las jornadas y hay que adaptarse a ello", dijo Varela.

El directivo habló también de que el negocio es impredecible, porque un cliente puede hacer promociones que pueden suponer un repunte de las ventas que hay que satisfacer. "Los convenios actuales no nos permiten esa capacidad de respuesta", remachó. Garat apoyó esta idea y afirmó que "los convenios están fuera de la realidad. El convenio que tenemos es de transporte, pero no de logística".

Serrano añadió que se quieren arreglar las cosas a golpe de decreto. "Existen muchas modalidades contractuales, pero lo que hay son problemas de aplicaciones prácticas. No es cuestión de inventar más contratos". Serrano pidió un cambio en los modelos de relaciones laborales, "y no tanto de cuestiones legislativas".

Convenios laborales muy rígidos

González señaló al absentismo laboral como uno de los problemas a controlar. Asimismo, como dato que habla de las necesidades por las que está pasando el sector, expuso que "el 80% de los contratos que hacemos es de 1 a 15 días". Según González, por la crisis, ahora se planifica de 15 días a 15 días, "porque no se sabe lo que pasará", y se ha encontrado con que, a pesar de tener muchos tipos de contrato, no puede dar el servicio que piden los operadores. "Carecemos de la flexibilidad absoluta que necesitamos para dar servicio a los operadores, cuando hay picos de servicio o cuando éstos caen".

Marceñido abundó en este asunto al señalar que el convenio de transporte que rigen las relaciones laborales es muy rígido. "El marco laboral debería facilitar que las negociaciones colectivas fuesen más flexibles. Nuestro sector es muy variable; antes se podía hacer una previsión, pero ahora no".

Para Varela la incongruencia del convenio del transporte que manda en el sector es que "muchos operadores no tienen ningún camión". Según Serrano, uno de los problemas en esta línea es que es más fácil despedir a alguien que cambiar el horario laboral del trabajador.

Por lo que respecta a las infraestructuras y las necesidades que requiere el sector logístico, Bilbao puso énfasis en señalar que en nuestro país existen buenas carreteras. "El gran déficit radica en el ferrocarril y el enlace de los puertos con la carretera y el tren". El directivo fue más allá y criticó la forma de gestionar los puertos que hay en España. "Con la gestión existente es muy difícil que puedan ser competitivos. Existe una desigualdad de condiciones cuando se compite con Francia o Italia. Es más, se pierden contratos logísticos porque no existen las infraestructuras de otros países".

En palabras de Bilbao, hay flujos de mercancías que provienen de Iberoamérica y de Asia que no optan por España a causa de las dificultades existentes en esta materia. "Aunque se ha avanzado mucho, queda todavía bastante por hacer", concluyó. Marceñido dejó claro en su intervención que España ya no necesita construir más carreteras. "No es un asunto clave, ya que aquí estamos bien dotados".

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