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Valor a examen

Sacyr mejora su perfil y gana apoyo en el mercado

Los expertos descartan problemas de deuda a medio plazo y señalan que su castigo en Bolsa ha sido excesivo.

Si hubiese que elegir a la compañía del Ibex que más ha sufrido la crisis, Sacyr tendría casi todas las papeletas para ganar el título. Sube un 21% en septiembre, pero desde el récord histórico de 48 euros por acción que alcanzó en noviembre de 2006 se desploma nada menos que un 91%.

La compleja compra del 20% de Repsol a un precio de 26,7 euros por acción dio rienda suelta al fantasma de un potencial concurso de acreedores. Y es que la fuerte caída bursátil de la petrolera, que llegó a pagarse a menos de 12 euros por título en 2008, hizo temer por la sostenibilidad financiera del grupo presidido por Luis del Rivero.

La venta de Itínere en diciembre de ese año puso la primera piedra del proceso de reestructuración financiera del grupo. Pero ni expertos ni inversores terminaban de fiarse. Su alta exposición al ladrillo le restaba muchos enteros en la valoración global. Su negocio inmobiliario, incluyendo el de promociones y el de patrimonio, aportaba por entonces cerca del 59% de su Ebitda total.

Así, mientras la mayoría de sus competidores de sector ha dejado muy atrás sus respectivos mínimos anuales -especialmente OHL, FCC y ACS-, Sacyr continúa arrastrándose muy cerca de tales niveles. A pesar de su reciente remontada, es aún el segundo peor valor del Ibex en el año con una caída del 45%, sólo por detrás de Gamesa (-55,3%).

Es cierto que los inversores han recuperado una parte de la confianza en el valor, pero los últimos expertos que han dado su opinión sobre la empresa consideran que todavía le queda mucho margen de recuperación. La refinanciación el pasado agosto de la deuda de su filial inmobiliaria, Vallehermoso (por más de 1.400 millones de euros) supuso un balón de oxígeno para la compañía. Con este movimiento, Sacyr aplazó sus obligaciones por cinco años, ampliables a ocho.

"El riesgo de impago en la división de promoción se ha esfumado por completo, lo que quita un peso de encima de la cotización. La atención se centra ahora en la deuda corporativa unos 625 millones de euros, que también quiere cancelar", explica un analista que prefiere no ser identificado.

Reducir compromisos

Una solución definitiva a sus problemas de endeudamiento pasaría por una ampliación de capital, como ya se ha barajado en el mercado. "Pensamos que se trataría de una operación con un claro impacto en el precio objetivo (entre el 18% y el 29% para un rango entre 200 y 400 millones de euros) , pero que despejaría la principal incertidumbre en el valor", señala en una nota Rafael Fernández de Heredia, de Caja Madrid Bolsa. Otros analistas consideran que éste será su último recurso y que antes tratará de arreglar sus problemas con otras fórmulas. Desde la caja de ahorros, añaden que una de ellas podría venir de la recuperación de la demanda de vivienda.

Daniel Gandoy, de BPI, indica en un reciente informe que éste es el momento en el que hay que confiar en los gestores de la compañía. Afirma incluso que podría producirse una oferta de compra a los minoritarios, que representan en torno al 28% del capital, a medida que vaya mejorando su salud financiera. Indudablemente, una buena noticia para la empresa es que el valor de su participación en Repsol progresa adecuadamente. La petrolera cerró el viernes a 19,26 euros por acción, rozando su máximo anual. No obstante, hay todavía disparidad de la evolución en Bolsa de ambas firmas. Guillermo Barrio, de Ahorro Corporación, subraya que esta diferencia está injustificada y que "por valoración, una subida del 10% de Repsol debería implicar una apreciación del 37% en Sacyr". El experto de la caja de ahorros concluye que un precio por acción de 20,5 euros para Repsol sería suficiente para pagar el crédito de 5.000 millones que el grupo asumió para adquirir su participación en la petrolera.

Así, las últimas recomendaciones sobre Sacyr abren la puerta al optimismo, según Bloomberg. De las siete emitidas desde el comienzo de agosto, cuando se hizo oficial el acuerdo de refinanciación, un 42,9% de ellas ha sido de comprar; otro 42,9%, de mantener; y sólo el restante 14,2%, de infraponderar. El precio objetivo medio se sitúa en 7 euros por acción según Factset, lo que le otorga un potencial del 62,3%. Con todo, hay casas de análisis, como Mirabaud, que siguen viendo con desconfianza el valor.

Diversificación

Uno de los cambios sustanciales de la estrategia de Sacyr está en su diversificación, tanto de negocios -potenciará su área de concesiones- como geográfica. En el primer semestre, obtuvo el 30,8% de sus ingresos de fuera de España y este porcentaje crecerá. La construcción del Canal de Panamá será el otro gran motor que impulsará su actividad en el exterior. Es más, actualmente el 54% de su cartera de pedidos se sitúa en el extranjero, según BPI.

Las nuevas claves de su balance

1. La venta de suelo, en primer lugar, y de otros activos inmobiliarios se ha unido a la refinanciación de Vallehermoso para reducir la percepción de riesgo del grupo. Los ingresos por esas ventas se han elevado a 1.500 millones de euros.

2. Tras la práctica salida de Itinere, el grupo que preside Luis del Rivero creó Sacyr Infraestructuras. Al ser casi imposible lograr que un socio entrase en la cabecera de la nueva empresa, se optó por la venta de participaciones de algunas concesiones, como el madrileño intercambiador de Moncloa, a fondos de infraestructuras.

3. La creciente internacionalización se percibe en datos como el que señala que casi el 70% de su cartera de construcción esté en el exterior.

Pendientes de la OPS de Repsol en Brasil

El peso de la cotización de Repsol, como impulso y como lastre, se ha notado en Sacyr desde que la constructora se convirtió en su primer accionista. En las últimas semanas ese efecto se percibe con más fuerza por la sustantiva subida de Repsol, que se revaloriza un 18% desde el 1 de julio.Detrás del comportamiento de la petrolera se detectan varios factores alcistas, pero el empuje de sus posiciones en Brasil es quizá el más relevante. Es una participación a la que, según los analistas, le queda recorrido, y más ante el previsible éxito de la colocación entre inversores de cerca del 40% de Repsol Brasil. Puede que se materialice a través de una oferta pública de suscripción (OPS) de acciones entre institucionales, con salida en paralelo a Bolsa, o por medio de la venta de una parte del capital a empresas, como varias petroleras chinas, que desean entrar en la sociedad. En todos los casos subyace un elevado interés de los posibles compradores, institucionales o industriales, lo que puede llevar a valorar la filial en unos 10.000 millones de dólares. Además la macrocolocación de Petrobras le da más fuerza. Como consecuencia, algunos analistas han elevado el precio objetivo de la petrolera, y en algunos de los últimos publicados, como el de Caja Madrid, se superan los 24 euros por acción.No es un tema baladí para Sacyr, porque se aproxima ya a los 25 euros, casi el precio medio al que compró las acciones de la petrolera.

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