El Gobierno prevé una recuperación más lenta del mercado de trabajo
A pesar de la reforma laboral, la recuperación del mercado de trabajo va a ser algo más lenta de lo que preveía el Gobierno, de ahí que haya aumentado en cuatro décimas, hasta el 19,3%, la tasa de paro prevista para el año que viene. Los Presupuestos presentados este viernes recortan también la previsión de inversión desde el 1,5% de mayo al 1,3%.
Es tal la firmeza con la que se ha movido Hacienda desde agosto para imponer fuertes recortes en la práctica totalidad de las partidas ministeriales y ha sido tanto el énfasis puesto por José Luis Rodríguez Zapatero en su compromiso con la reducción del déficit al 6% el año que viene, que en esta ocasión la resistencia de los ministros a la tijera de Elena Salgado ha sido más bien débil.
La vicepresidenta dejó claro que todas las partidas quedarán subordinadas a este objetivo de déficit. Así, los Presupuestos de 2011 que fueron aprobados este viernes se consideran unos de los más austeros de la democracia: el gasto no financiero se reduce un 7,9%, con un límite de 122.000 millones, el gasto real comparado con el ejercicio vigente quedará recortado en cerca de un 3%, el recorte del crédito a los ministerios alcanzará el 16% y se verán afectadas numerosas partidas de inversión ya programadas, sobre todo, en los ministerios tradicionales del gasto. La previsión de inversión ha sido retocada desde el 1,5% del pasado mayo al 1,3%.
La referencia para el precio del petróleo ha sido de 81 dólares barril. Con todos estos parámetros, Salgado ha impuesto que el gasto regrese en el túnel del tiempo a los niveles de 2006. Las partidas de educación, desarrollo e innovación serán las menos afectadas.
Uno de los capítulos que más crece es el del pago de los intereses de la deuda. Lo hará en alrededor de 4.000 millones de euros, según fuentes de Hacienda, lo que elevará el montante total a cerca de 27.000 millones. Esta partida ya aumentó este año cerca de un 35% y es, junto a la de prestaciones por desempleo, una de las más cuantiosas. Al desembolso de estas últimas, se dedicarán 30.140 millones de euros, volumen al que habrá que sumar casi 7.800 más en concepto de subsidios. Para el año que viene, Economía prevé una tasa de paro del 19,3%, cuatro décimas por encima de las previsiones del último cuadro macroeconómico. La tasa actual está en el 20,09%.
Salgado recordó que el plan de austeridad afectará a todos los empleados públicos. Después de ver rebajado su sueldo un 5% este año, el que viene sufrirán congelación salarial. La tasa de reposición en la oferta pública será sólo del 10%.
La tormenta de mayo que azotó a España y que ahora descarga sobre Irlanda y Portugal ha pinchado el debate que hubo en el Gobierno ante quienes al principio defendían un recorte suave de los estímulos para incentivar la demanda. La dinámica puesta en marcha no va a poder evitar que continúe subiendo la deuda pública. Para el conjunto de las administraciones pasará del 62,8% al 68,7% del PIB.
Guiños a los sindicatos y a los mercados
El Gobierno ha colocado como uno de los ejes principales de su estrategia presupuestaria la urgencia en suavizar el impacto de la huelga general convocada por los sindicatos para el próximo jueves y también la de transmitir el máximo nivel de confianza a los mercados, después del examen superado por Zapatero hace unos días en Nueva York entre algunos de los principales inversores internacionales. En el primero de los objetivos hay que inscribir la creación de dos tramos en el IRPF para aumentar la carga impositiva a las rentas más altas, el pequeño retoque tributario decidido para las sociedades de inversión de capital variable (Sicav) y la subida de las pensiones mínimas en el 1% para el año que viene. Según fuentes solventes, estas medidas han sido abordadas en los últimos días por José Luis Rodríguez Zapatero con el secretario general de UGT, Cándido Méndez, a pocos días de la huelga general.Dentro del segundo objetivo, el de consolidar la calma en los mercados, se explica también el calendario gubernamental para los próximos días: presentación, el próximo lunes, por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, de la ejecución presupuestaria hasta el mes de agosto, en la que se demostrará que el Gobierno ha hecho sus deberes y, con posterioridad, la entrega al Congreso el jueves, un día después de la huelga general, de lo que en el Ejecutivo se califican como unos de los Presupuestos más austeros de la democracia. El mensaje que se transmitirá a los mercados es el mismo que Zapatero lleva repitiendo de manera insistente en los últimos días: la movilización sindical no hará recular al Gobierno en ninguna de las reformas en marcha.Pese a esta firmeza, la presión del PSOE para que el Gabinete reanude cuanto antes el diálogo con los sindicatos en cuanto pase la huelga general crece por momentos. Los elogios a éstos últimos por el pacto sobre servicios mínimos van en esta dirección.