Santander desembarca en el mayor mercado de derivados del mundo
El banco presidido por Emilio Botín amplía su área de influencia. Santander se ha convertido en la primera entidad financiera española que se da de alta como miembro de pleno derecho en el Chicago Mercantile Exchage Group (CME), el mayor mercado de derivados del mundo.
Derivados tan curiosos como los futuros sobre la mantequilla, el suero de leche, la madera, la panceta de cerdo y otros más clásicos sobre divisas, índices bursátiles, tipos de interés, deuda soberana, divisas o metales... Todos ellos están ahora al alcance de la mano de Santander, que acaba de darse de alta como miembro de pleno derecho del Chicago Mercantil Exchange Group (CME), conocido también como el Chicago Merc.
Desde el presente mes, el banco presidido por Emilio Botín es liquidador del mayor mercado de derivados del mundo. El pasado agosto, por ejemplo, el CME acaparó aproximadamente el 15% de todas las transacciones mundiales de opciones, futuros y swaps. Su volumen medio diario en número de contratos negociados ascendió a 13,5 millones en el segundo trimestre de 2010 (véase gráfico), según los resultados del grupo correspondientes a la primera mitad del año.
El primer ámbito de influencia del Santander en derivados fue el mercado español, del que es líder. Pero a medida que el banco crecía internacionalmente fue desembarcando en otras plataformas europeas, como Eurex. También en Latinomaérica cuenta con una presencia muy importante (en los mercados de Brasil y México). El paso actual le permite ofrecer un servicio global con acceso directo a los principales mercados de derivados del mundo. Hasta el momento, UBS era su intermediario en el CME; ahora, Santander podrá operar en esta plataforma para ganar dinero para sí mismo (por cuenta propia), además prestará servicios a varias áreas del banco y, por supuesto, a sus clientes. También se ha dado de alta en el ICE, el mercado líder en commodities agropecuarias. "Sin estar presentes como miembros en el Chicago Merc, no podíamos aparecer como una auténtica entidad global en este ámbito. Ahora, cerca del 100% de nuestra operativa pasa por mercados de los que somos miembros directos", explica Ángel Morillo, director global de derivados listados y custodia del Santander. El banco todavía no está presente como miembro directo en los mercados asiáticos, pero de momento el volumen que representan es mínimo. El directivo aclara que es necesario un importe de negociación mínimo para dar el paso de darse de alta como miembro de pleno derecho en un mercado.
El único español
El Chicago Merc cuenta actualmente con 71 miembros, de los que Banco Santander es el único español. "Lo más importante para poder entrar radica en las exigencias tecnológicas", señala Morillo.
La nueva regulación traerá cambios
En torno al 85% del volumen de negociación mundial de derivados se realizó el año pasado en mercados no organizados (OTC, por sus siglas en inglés), según fuentes del mercado.Pero la situación está cambiando a raíz del estallido de la crisis. En especial, la quiebra de Lehman Brothers dio rienda suelta a una espiral de desconfianza en los mercados, debido al potencial incumplimiento de los compromisos por parte de una determinada entidad. Bruselas pretende ahora que las operaciones OTC abandonen la oscuridad y todas ellas queden anotadas en un registro accesible a los organismos supervisores. "Creemos que las transacciones a través de cámaras de contrapartida central (CCP, por sus siglas en inglés) irán ganando peso", agrega el director global de derivados listados del Santander.Un ejemplo del papel de estas plataformas está en las utilizadas para garantizar las operaciones del mercado interbancario del segmento de repos (préstamos entre entidades financieras en la que se deja como garantía deuda pública).Santander, a través de su filial estadounidense Cater Allen, fue uno de los pioneros en estar presente en la London Clearing House (LCH Clearnet), cámara, junto a Eurex Repo, en la que las entidades españoles han encontrado un alivio a los problemas de liquidez del interbancario clásico.