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Rehabilitación

Esplendor de la 'belle époque'

El Hotel Palace de Barcelona, símbolo de la tradición hotelera de la Ciudad Condal, ha abierto sus puertas tras una restauración que ha respetado su espíritu clásico.

La reforma ha respetado el espíritu clásico que siempre ha caracterizado a este establecimiento, un símbolo de la tradición hotelera barcelonesa. El Palace, que abrió sus puertas en 1919, bautizado como Ritz, y ha sido testigo directo de las excentricidades de personajes tan famosos como Salvador Dalí o Frank Sinatra, está situado en el centro de la ciudad, en la Gran Vía, próximo a las Ramblas y a la más prestigiosa área comercial de Barcelona.

El hotel ha abierto sus puertas con un espíritu renovado, pero sin perder la esencia de la época dorada de los años veinte. Tras una puesta a punto del edificio, que ha recreado el ambiente y su estilo original y ha supuesto una inversión de 30 millones de euros, la firma de alta decoración Gastón y Daniela ha sido la encargada de dirigir el proceso de redecoración bajo la consigna de devolver al establecimiento todo su esplendor. El proyecto de decoración, que ha ascendido a más de 2,5 millones de euros, se ha centrado en las zonas comunes: recepción, hall, salones, comedor, terrazas. La intervención en las habitaciones ha sido limitada.

La reforma interior ha respetado el espíritu de la belle époque, con sus espectaculares lámparas de araña y su gran chimenea, ahora con una decoración mucho más cálida. Para recrear la atmósfera de la época dorada, Gastón y Daniela ha rescatado el aspecto original de las barandillas, espejos, ventanas, paredes y techos, así como de todos sus elementos históricos. "Hemos recuperado el clasicismo y enriquecido el espacio con la restauración de alfombras y utilizando telas de mucha calidad, como por ejemplo, los damascos venecianos de una firma italiana que nosotros representamos en exclusiva en España", afirma José Gandoiti, director general de Gastón y Daniela y encargado de grandes proyectos.

La majestuosidad se combina ahora con la comodidad del siglo XXI disimulando, por ejemplo, televisores de plasma tras grandes espejos de marco dorado. De la fachada a la última barandilla, todos los rincones del antiguo Ritz se han sometido a un lavado de cara que les ha devuelto el brillo de sus orígenes. Digna de admirar es la combinación de algunos elementos originales del mobiliario con réplicas de los utilizados a principios de siglo.

Para llevar a cabo este proyecto, que ha durado más de seis meses, Gastón y Daniela ha desarrollado una importante investigación sobre las telas existentes en el hotel para adaptarlas a las necesidades del siglo XXI. Entre otras, figura el hecho de que sean ignífugas y resistentes a altas temperaturas de lavado. "Hemos hecho fabricaciones especiales para cumplir una serie de requisitos de seguridad de la normativa contra el fuego", añade Gandoiti.

El hotel necesitaba una puesta a punto no sólo de la decoración, sino también de sus instalaciones. "Lo que quería la propiedad era convertir el Palace en el buque insignia de la cadena. Creo que han acertado con la idea porque en Barcelona la mayoría de los hoteles son modernos", asegura el director general de la firma de decoración.

El Hotel Palace de Barcelona, que pertenece a la cadena Husa, cuenta con 125 habitaciones, 35 júnior suites y deluxe suites y una deslumbrante suite real.

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