El Gobierno alemán aprueba una reforma sanitaria que grava a los asegurados
El Gobierno alemán de coalición aprobó hoy tras meses de enfrentamientos la nueva reforma sanitaria, con la que subirán las cuotas a la Seguridad Social desde el actual 14,9% al 15,5% a partir de 2011.
Pese a comprometerse durante la campaña electoral de 2009 a no subir las cuotas a las mutuas o cajas de salud, la reforma aprobada por la alianza de la Unión Cristianodemócrata (CDU), la Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Liberal (FDP) establece que los empresarios pagarán el 7,3% y los asegurados el 8,2% de la nueva cuota.
La reforma permitirá equilibrar el déficit previsto para 2011 de 10.000 millones de euros (13.355 millones de dólares). Asimismo, las mutuas podrán incrementar sin límite las contribuciones de los pacientes para cuadrar sus presupuestos, uno de los puntos más criticados por la oposición.
El acuerdo entre conservadores y liberales establece que los médicos, la industria farmacéutica y las clínicas se comprometen a ahorrar en costes 3.500 millones de euros (4.675 millones de dólares) desde 2011.
La nueva reforma sanitaria pasará por el Bundestag (Cámara baja del Parlamento) el próximo 30 de septiembre, pero evitará el trámite de ser votada en el Bundesrat (Cámara de representación de los 16 estados federales), donde los partidos gubernamentales están en minoría.
El ministro de Sanidad, Philipp Rösler, rechazó las críticas generalizadas de la oposición y aseguró a la cadena pública de TV ZDF que con el nuevo sistema sanitario "hemos solucionado grandes problemas de 2011 y de los años siguientes".
Tanto el Partido Socialdemócrata (SPD) como Los Verdes o La Izquierda acusaron al Gobierno de urdir el fin del sistema solidario alemán al cargar a los 50 millones de trabajadores miembros de las mutuas con el incremento futuro de los costes de la sanidad.
El economista Jürgen Wasem declara hoy en el diario "Saarbrücker Zeitung" que en 2020 la aportación media mensual de los trabajadores a las cajas de salud será de 80 euros.