Dinero de la Bolsa para un fármaco contra el cáncer
AB-Biotics ha sido la última empresa en salir al MAB con la finalidad de aumentar su cartera.
Es una solución espectacular", cuenta Sergi Audivert, co-consejero delegado de AB-Biotics sobre el fármaco contra el cáncer (la molécula ABTL-1) que su firma está desarrollando. No se trata de un gran laboratorio ni de una empresa biotecnológica con cierta trayectoria. Se trata de una spin-off de la Universidad Autónoma de Barcelona nacida en 2004. Pero en julio fue la última compañía en saltar al Mercado Alternativo Bursátil (para empresas en expansión) con el fin de desarrollar nuevos medicamentos y soluciones biotecnológicos.
La empresa catalana nació de la iniciativa del profesor Buenaventura Guamis, a la que se sumó Audivert, uno de sus alumnos. "Queríamos aprovechar las utilidades de las bacterias del ácido láctico para la industria agroalimentaria", explica Audivert. "Empecé a hacer un plan de negocio, pero me retrasé mucho". Ahí apareció la otra pata de la empresa, Miquel Ángel Bonachera, que recién regresado de EE UU, daba vueltas a una empresa sobre su experiencia en genética. "Los dos hacíamos un plan e íbamos muy lentos. Así que nos dijimos que íbamos a hacer un proyecto conjunto", señala Bonachera, el otro co-consejero delegado. De ahí surgió Audivert-Bonachera (AB-Biotics). Ellos siguen controlando un capital de casi el 22% cada uno. El resto está repartido entre Guamis, inversores privados y un 30% en el mercado.
Lo más parecido a su interés inicial por la industria agroalimentaria es una de sus líneas de negocio, la de ingredientes funcionales (aportan un beneficio a la salud), que fabrican tanto para este sector como para las farmacéuticas. AB Fortis es el primer lanzamiento al mercado de esta línea, un producto que consiste en hierro microencapsulado. En Biospain presentarán los resultados del AB-Life, un nutracéutico para el tratamiento del síndrome del intestino irritable, actualmente en fase clínica.
También tienen una unidad de servicios de biotecnología para empresas y otra de desarrollo de medicina genética. En esta última cuentan con el denominado Neurofarmagen, un chip de ADN que recopila toda la información farmacogenética y permite al médico elegir el tratamiento más eficaz y seguro para cada paciente.
De su salida al mercado consiguió 3,5 millones de euros, "justo lo que necesitábamos para nuestro plan de negocios", afirma Bonachera. De ellos, 1,6 millones se invertirán en nutracéutica (unión de nutrición y farmacia) y en avanzar con el medicamento oncológico para el cáncer de pulmón. Para ello, la biotec ha creado recientemente una filial, AB-Therapeutics, su mayor apuesta, para el desarrollo de medicamentos.
En 2011 esperan comenzar el ensayo preclínico del ABTL-1 . La idea de la empresa, cuenta Bonachera, es "llevar el producto hasta la fase I. Luego entrará capital riesgo especializado que inyecte entre dos y cinco millones para llevarlo de la fase III. Según avancemos en el desarrollo, AB-Biotics se irá diluyendo". "Nosotros lo empezamos, pero no lo desarrollaremos", reconoce este directivo.
Para encontrar la molécula que les interesaba, hicieron una radiografía de las universidades españolas y encontraron lo que necesitaban en la Universidad de las Islas Baleares. "Hemos comprado la patente y licenciado en exclusiva". Pero nadie garantiza el éxito. De hecho sólo una pequeña parte de las moléculas se convierten finalmente en fármacos. "Es nuestra área de más riesgo", asume Audivert.
Notoriedad gracias al mercado
Aunque la empresa catalana lleve seis años desarrollando sus propias patentes, cree Sergi Audivert que "gracias a la salida al mercado bursátil hemos conseguido notoriedad y visibilidad frente a compañías extranjeras". "Vamos a Alemania, ven que estamos cotizando y entonces tienen otra percepción de la compañía. Nos da credibilidad", asevera.Para Miquel Ángel Bonachera, España no está peor en biotecnología que Francia o Alemania u otros vecinos europeos. "Hay financiación pública suficiente para estas compañías. Enisa y el CDTI están apoyando mucho a las empresas de biotecnología", cree. Además, asegura que hay buenas redes de business angel, fondos de capital riesgo especializados (como Ysios o Suanfarma), además del MAB, que han acercado el sector a un público minoritario.