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Ciencia & Salud. Actualidad

Las plantas necesitan biociencia para crecer más

Bayer Cropscience apuesta por la biotecnología como modo de hacer rentable su negocio ante el aumento de la venta de genéricos

La pasada semana, la filial de Bayer de productos para cultivos -Bayer Cropscience- presentaba sus cuentas. No fueron todo lo buenas que esperaban. La cifra de negocio del primer semestre había caído un 3,4% respecto al año anterior, hasta llegar a los 3.876 millones de euros. El duro invierno en el hemisferio norte y las ventas de genéricos de las compañías rivales habían roto las previsiones de los balances. Pero entre los números negativos (con caídas de ventas en herbicidas, fungicidas e insecticidas) una partida destacaba positivamente. Era la unidad de negocio de Bioscience, que crecía un 23%, hasta los 840 millones de euros.

Desde que en 2001 Bayer comprara Aventis Cropscience, se hizo una apuesta por la biotecnología como modo de crecer en un mercado muy competitivo debido a los genéricos. Sólo con I+D, la firma alemana espera crecer. Entre 2010 y 2012, "pronostica posibles ventas anuales pico en todo el mundo de más de 1.000 millones de euros por productos basados en seis principios activos que planea lanzar entre 2010 y 2012", aseguran desde la empresa. Pero es más, alrededor de 18 nuevos productos de la rama Bioscience se lanzarán hasta 2016. Esta unidad de negocio se dedica a la selección de semillas y al desarrollo genético de los cultivos.

La apuesta de Bayer se enfoca hacia algodón, colza, arroz, trigo, soja, maíz y azúcar de caña, los cultivos más rentables y más extendidos. 134 millones de hectáreas ya se cultivan con semillas transgénicas fuera de Europa (donde no están permitidas) y es un negocio en crecimiento.

La firma colabora con universidades para la primera fase de investigación

"No creo que próximamente vaya a aprobarse la legislación que permita los transgénicos en Europa, quizá tarde más de 20 años. Pero es una postura que no se sostiene. Tanto en EE UU como en Brasil está aprobado. Lo que no se puede hacer es que con razones puramente emocionales, que no se sostienen científicamente, se combata una opinión favorable a los transgénicos. Poco a poco va a caer", declara a este diario el presidente de Bayer Cropscience, Fiedrich Berschauer.

Aun así, los cálculos de la filial alemana son que para 2018 la rama biotecnológica llegue a una facturación de 1.400 millones de euros. Además, en 2025, estiman que el mercado global de semillas transgénicas se sitúe por encima de los 30.000 millones de euros, mientras que el comercio de productos protectores para cultivos y de semillas convencionales apenas crecerá.

Para desarrollar los nuevos productos, la compañía ha firmado 20 nuevos convenios en el último año, según explica Berschauer. "Esta investigación es mucho más cara y la cooperación es necesaria. Hay una colaboración porque consideramos que la parte científica, la parte primera de investigación, es necesario que se haga primero por las mentes inteligentes de universidades. Así nosotros no necesitamos ese personal propio. Cuando se adquieren las patentes de universidades y centros, el desarrollo para convertirlo en aplicable y vendible, eso sí es de Bayer".

Inversión creciente para llegar al mercado

El profesor Berschauer apuesta por una segunda revolución verde para garantizar la alimentación mundial. Pero ésta, además, de no contar con el apoyo ecologista en el campo de los transgénicos, tampoco sale gratis. "El coste de lanzar al mercado cada producto es de 200 millones de euros y 10 años de desarrollo", explica Leonardo Pitta, jefe de desarrollo temprano de producto en la unidad de insecticidas de Bayer. "De un millón de moléculas que se prueban, 15 llegan al campo", añade. Para eso, Bayer cuenta con una biblioteca de moléculas con casi ocho millones de variaciones, que los investigadores utilizan con muestras de cultivo.Además, Pitta reconoce que se cancelan muchos proyectos, por ejemplo, porque puedan afectar a la salud humana. Pero también la biotecnología encarece la I+D, por lo que es fundamental el acuerdo con universidades para sólo comprar aquellos experimentos que pueden dar resultados en fases avanzadas. "Proporcionalmente, se invierte mucho más en Bioscience, pero como apuesta estratégica es necesaria para el futuro esta mayor inversión en I+D", asegura Berschauer.

Las cifras

1.190 millones de ingresos de la filial de Bayer se deben a herbicidas; 894 millones, a fungicidas, y 640, a insecticidas.70% de comida adicional se tendrá que producir en 2050, según la FAO.

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