El acuerdo laboral facilita las asambleas del SIP de Caja Madrid
Las asambleas del grupo de cajas que lideran Caja Madrid y Bancaja se reunirán mañana para dar el visto bueno definitivo a la fusión de las siete entidades mediante la creación del sistema integral de protección (SIP). Las cajas llegan a la fecha elegida para iniciar su integración con uno de los principales obstáculos superado.
El acuerdo que firmaron las siete entidades con sus comités de empresa el pasado viernes supone una paz laboral que garantizará el voto de los empleados en las asambleas, con lo que desaparece cualquier incertidumbre sobre el visto bueno más que reforzado que obtendrá la propuesta de fusión fría en las cajas que se integrarán: Caja Madrid, Bancaja, Caja Insular de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja.
El acuerdo recoge fundamentalmente las líneas estratégicas en las que se basará la negociación que, en realidad, empezará una vez esté aprobada la fusión por las asambleas. Las siete cajas deberán reordenar su red de oficinas y crear el nuevo banco y servicios centrales, lo que supondrá un recorte de personal que se estima en 3.800 empleados. En la actualidad en total hay unos 26.000 trabajadores.
Los departamentos de recursos humanos se han comprometido a que no haya salidas traumáticas, y que a ser posible se hagan mediante prejubilaciones voluntarias. Además, hay un compromiso de ir hacia una armonización de los siete convenios, para que no haya diferencias entre empleados de las cajas y el compromiso de mantenimiento de las condiciones consolidadas.
Un buen comienzo
Para los sindicatos, alcanzar un acuerdo antes de votar mañana en las asambleas era una pieza clave, ya que suponía la diferencia entre empezar el proceso de fusión de las siete cajas con buen o con mal pie. "Un compromiso ahora facilitará acuerdos futuros", advertían.