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Miguel Antoñanzas Alvear

El ejecutivo energético

Su prolífica carrera en el mercado eléctrico hace que este ingeniero de caminos cántabro sume a sus cometidos en Eon España la presidencia de la filial italiana

El ejecutivo energético
El ejecutivo energéticoCINCO DÍAS

Dedicado casi por completo al sector eléctrico, Miguel Antoñanzas es un hombre audaz y con una clara visión empresarial que se ha ganado la confianza del grupo energético alemán Eon para dirigir sus negocios en España y Argentina. Y gracias a su know how italiano adquirido en el grupo Enel, asume también a partir del 1 de septiembre la presidencia de Eon Italia, cuya responsabilidad se centra en la relación con los accionistas. Este mercado no le es desconocido. Tanto es así, que en 2008 el presidente de la República transalpina Giorgio Napolitano lo condecoró por sus aportes al desarrollo económico del país.

Antoñanzas, santanderino, de 49 años, inició su carrera en 1985 en la multinacional de ingeniería y construcción Bechtel. Su tarea se basaba en la construcción de grandes instalaciones energéticas (de ciclo combinado, gasoductos y centrales térmicas y nucleares). Primero como ingeniero de proyectos en Johannesburgo (Sudáfrica) y California (Estados Unidos). Y después, con apenas 29 años, pasa a director general para España y los países del Mediterráneo Occidental; hasta llegar a ser miembro del comité ejecutivo para Europa, África, Oriente Próximo y el sudoeste asiático.

"Miguel tiene tres cualidades que un presidente debe dominar: tener visión, definir una estrategia para conocer muy bien los resortes operativos de un negocio y dirigir personas, no meramente empleados", afirma su colega en esa época de Bechtel España, Luis Palencia, y ahora profesor de la escuela de negocios IESE. Palencia, que coincidió primero con Antoñanzas en la escuela de Caminos en Santander en los años 80, agrega otras dos aptitudes: "Tiene unos exigentes estándares éticos y sabe estar y actuar en diferentes situaciones". Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, completa su formación con varios posgrados en finanzas y gestión de empresas por la Massachusetts Institute of Technology (MIT), Harvard Business School y la Ashridge Management College, en EE UU e Inglaterra.

Antoñanzas es un ejecutivo metódico y exigente. Un apasionado de la mineralogía que se divertía explorando cuevas

Nacido en el seno de una familia numerosa (de 10 hermanos) de la burguesía santanderina, es hijo del reconocido empresario ya jubilado José Luis Antoñanzas, muy vinculado también al sector de la energía. "Miguel demostró su audacia desde el primer momento. En el colegio destacó por su inteligencia y dotes y terminó su carrera con brillantes calificaciones. Y ahora nos demuestra la ética profesional, su honradez, el trabajo en equipo y su compromiso con los resultados", resalta su amigo desde hace 40 años, Juan Tomás Hernani, secretario general de Innovación.

En su paso por la eléctrica Iberdrola, trece años después de su gestión en Bechtel, se le atribuye la internacionalización y crecimiento de la compañía. En concreto, en Latinoamérica, llevando a cabo importantes proyectos energéticos en la región. A partir de aquí comienza su verdadera carrera en el mercado energético, influenciado quizás por su padre. Y desde entonces, "la energía y Miguel son dos realidades inseparables", apunta Hernani. Una realidad que le enfrenta al desafío de impulsar, desde su cargo, el futuro modelo energético del país, según opina Salvador Ordóñez, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

En 2002 se convierte en presidente y consejero delegado de la eléctrica italiana Enel Viesgo. Una empresa en la que se consolida como experto del sector. Su responsabilidad se centra en desarrollar un programa de inversiones en la península ibérica, una labor que compaginaba con la presidencia en Enel Unión Fenosa Renovables; con la de Begasa y con su participación en el consejo de administración de Elcogas.

Su llegada a Eon se produjo en 2008 en plena reforma del sector, tras el interés del mercado de impulsar proyectos de energía renovables y en medio de un complejo proceso de venta de activos de Endesa. Tras esa reestructuración, preside la alemana para España, Portugal, Argentina y ahora, Eon Italia, el cuarto operador de energía, con 5.600 megavatios de capacidad instalada de gas, hidráulica y carbón en el país.

"Que un ejecutivo español alcance las más altas cotas en la gestión de multinacionales europeas es una gran noticia y un signo más de la internacionalización de nuestro país que traerá resultados directos e indirectos para la industria", asegura el secretario de Innovación.

Para sus colegas, Antoñanzas es un profesional metódico y exigente. Su prioridad es el trabajo, una actividad que hace con empeño y dedicación. Aunque sus compañeros también destacan que tiene buen sentido del humor, que siempre está para sus amigos "si el trabajo se lo permite" y con una capacidad de hacer sentir bien a los demás.

Un amante de la mineralogía y los fósiles que organizaba excursiones a cuevas y se impresionaba con sus nuevos hallazgos, recuerda su compañero de aventuras Hernani. Y que -añaden- es entrañable con su familia. Está casado con Mónica Basa Ybarra y es padre de tres hijos. Miguel Antoñanzas es un ejecutivo imparable. A pesar de dirigir tres empresas eléctricas en tres países distintos, participa activamente en otras actividades profesionales. Es miembro de la Asociación Nacional de la Industria Eléctrica (Unesa), del Club de la Energía, del Círculo de Empresarios y presidente del Foro Hispano Alemán.

Un hombre alegre, que vive más tiempo en un avión que en tierra, bromea Pedro Rivero, presidente de Unesa; que le gusta jugar al golf, siempre y cuando el trabajo le conceda algún tiempo para el ocio; algo que, probablemente, no sucede muy a menudo.

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