Tiempos nuevos para los viejos tapones
En mucho menos de lo que se tarda en leer esta frase se han abierto en el mundo 50 botellas cuyas cápsulas (o precintos) han sido realizados por Ramondin. Esta histórica empresa lleva 120 años fabricando sobretaponados para vinos, licores y espumosos de todos los países. De hecho, la mitad de la producción mundial está en sus manos.
A finales del siglo XIX (en 1890), Frederic Dehillotte Ramondin -de origen francés- fundó en Tolosa (Guipúzcoa) lo que hoy es una gran industria. Desde 1999 cuentan con una moderna sede en Laguardia (Álava), donde se elaboran 1.500 millones de cápsulas al año, en cinco variedades diferentes, y da empleo a cerca de 500 personas. "El espíritu de trabajo de Ramondin se asienta en la responsabilidad y confianza que otorga una larga trayectoria", así lo cuentan desde la firma, y también se refleja en la presencia de esta compañía por todo el mundo. Parece que estar al frente de un empresa con más de cien años de vida da confianza a los directivos.
Asegura el director general, José Miguel Munilla, que "nunca pasaron un periodo tan complicado como éste", quizá, añade, "porque no tengo en mi memoria los malos momentos a los que han hecho frente mis antecesores": la Guerra Civil española, la crisis de los años setenta o la prohibición del uso del plomo en Estados Unidos (el metal con el que trabajaban en uno de sus principales destinos). Sin embargo, han salido airosos de cada una de ellas. Es más, gracias a la prohibición del plomo comenzaron a trabajar con estaño, un acontecimiento que les elevó a líderes del sector. De esta crisis, cree el director, "también saldremos reforzados".
Pero su camino sería mucho más difícil si no contaran con un departamento técnico y de innovación tan importante como el que tiene Ramondin. Su fórmula de I+D recibe el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, a través del CDTI, que financia en estos momentos cuatro de sus principales proyectos e investigaciones, entre ellos, la fabricación de cápsulas de sobretaponado con ahorro de materia prima, "que responden a una situación particular debido a la subida del precio del estaño", explican.
El proceso de producción de la cápsula de estaño, su producto estrella, es un recorrido cuidado que se realiza en paralelo a las necesidades de sus clientes. Más de 8.000 productores de bebidas confían en esta forma de precintado de botellas. La inversión, en plena década de los noventa, fue "tremenda". Cambiaron todas sus instalaciones y lograron dar con la fórmula perfecta: una cápsula de estaño de alta pureza con capacidad de mejorar la imagen de cualquier marca o bodega.
Pero no sólo de estaño vive esta compañía. Ramondin también elabora cápsulas, llamadas "de complejo" que se fabrican a partir de dos capas de aluminio y una de polietileno que se unen entre sí mediante un adhesivo. Este producto resulta, de media, un 60% más barato, aunque ofrece menos posibilidades de decoración. El PVC es otro de los materiales que utiliza. Con él se realizan "faldas" (parte de abajo de cualquier sobretapón) y permite a los embotelladores ahorrar dinero. El inconveniente es que la obtención de color, para decoración, es mucho más limitado.
Ahora está inmersa en el lanzamiento de un proyecto importantísimo y que, posiblemente, "revolucionará la escena de los embotellados". Con el apoyo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio se han invertido cerca de 2,5 millones en desarrollar la llamada "tapa rosca". Ramondin será el primer fabricante de tapa rosca homologada para vinos de la Denominación de Origen Calificada Rioja. El nuevo producto cuenta con una tasa de crecimiento de más del 20% en países como Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica. Mercados que han optado por esta forma de cierre en las botellas.
Datos básicos
-AJUSTES: la coyuntura económica de los últimos años precipitó, hace algunos meses, una tensa situación en la plantilla de Ramondin. Finalmente, se alcanzó un acuerdo entre trabajadores y empresa por el que se debían tomar medidas de ajuste para garantizar todos los puestos de trabajo. Se optó, en ese momento, por la reducción de jornada y la bajada de sueldo a los empleados. Una decisión "dura, pero necesaria para la plantilla", explican.-MEDIO AMBIENTE: El departamento de calidad de la compañía se encarga también (además de controlar los procesos y productos) de certificar que la fabricación de cápsulas es respetuosa con el medio ambiente. Ramondin controla exhaustivamente, desde hace algunos años, la gestión medioambiental de sus residuos, el ahorro de agua en sus sedes, así como la búsqueda de materiales menos contaminantes y la reducción de envases y CO2.
La cifra
70 millones de euros es la cifra de facturación de Ramondin en el último ejercicio. Cada año fabrican 1.500 millones de cápsulas para más de 8.000 clientes.
José Miguel Munilla. Director general. "No es justo que nosotros innovemos y otros nos copien"
Al director general de Ramondin, José Miguel Munilla, le ha tocado vivir uno de los momentos más complicados de la empresa vasca. Sin embargo, continúan metidos de lleno en un proyecto que apuesta por el crecimiento y la I+D.
¿Cómo está haciendo frente Ramondin a la crisis actual? Nuestra empresa planta cara a la crisis con dos premisas: más inversiones y viajar, viajar y viajar. Tenemos que seguir teniendo los mejores productos, porque ayudan a vender más; pero para venderlos tenemos que encontrar nuevos nichos de mercado, ampliar fronteras, buscar otros países. En este sentido tenemos un gran equipo comercial, entregado y activo, respaldado por una empresa que ofrece producto y servicio, es decir, soluciones completas.
¿Qué estrategia seguirá la empresa en sus proyectos futuros? El compromiso encomiable del equipo humano que formamos Ramondin (trabajadores, accionistas ) y nuestra ya demostrada capacidad de innovación son las mejores estrategias. Un ejemplo claro ha sido la apuesta por el estaño cuando las autoridades prohibieron el plomo. Fuimos la primera y única empresa que apostó por un metal caro, carísimo, pero eso sí, sano. Nos obligó a cambiar todos los procesos y, a partir de ese momento, fuimos capaces de desarrollar la cápsula ligera de estaño.
¿Qué beneficios aportan las cápsulas de estaño? Aportan un gran valor añadido a los productos y procesos de sus clientes, pues mejoran su imagen, ya que están fabricadas en una sola pieza sin juntas antiestéticas ni arrugas y ofrecen amplias posibilidades de diseño. Además, se trata de una cápsula ecológica, ya que es completamente reciclable y utiliza pinturas al agua. Su uso y funcionamiento en las máquinas y capsuladoras es sencillo y minimiza los problemas y errores. Además, los niveles de seguridad son altos, tanto para trabajadores como para consumidores, porque no posee riesgo de corte. ¿Por qué existe tanto secretismo en este sector? Ramondin es una empresa con gran transparencia para sindicatos, trabajadores, accionistas, consejo y todos los grupos de interés que la rodean. Pero en innovación no vale que innoven unos para que otros copien. Hemos apostado muy fuerte por la I+D y por ello guardamos y protegemos todos nuestros progresos. Fuimos los inventores de la cápsula de estaño y la cápsula ligera de 80 micras y luego hemos visto cómo lo publicitan otros.