El déficit corriente de España cae un 13% pese al deterioro del turismo y del comercio
El déficit por cuenta corriente, que mide la diferencia entre los ingresos y pagos por transacciones de bienes, servicios, rentas y transferencias con el exterior, se elevó a 29.579 millones en el primer semestre del año, lo que supone un descenso del 13,1% con respecto al mismo periodo de 2009, según los datos hechos públicos ayer por el Banco de España.
En la consecución de esta bajada ha jugado un papel protagonista el recorte del déficit en la balanza de rentas, que mide la diferencia entre los ingresos y los pagos efectuados por los factores de producción (trabajo y capital). Los pagos que el Estado debe destinar a las empresas no residentes han pasado de 38.114 millones en el primer semestre de 2009 a 29.668 en el mismo periodo de 2010, como consecuencia de la menor actividad y de la destrucción de empleo acometida por las citadas compañías.
Ese recorte provocó que el déficit en la balanza de rentas (casi una tercera parte del total) se haya recortado en casi 7.000 millones de euros, lo que representa una bajada del 37% en términos porcentuales.
Ese descenso, sin embargo, se ha visto diluido en parte por el repunte del déficit comercial y por la menor llegada de turistas a España en los seis primeros meses del año.
La progresiva reducción del déficit comercial, que se recortó a la mitad en 2009, se ha visto interrumpida a lo largo de este año por el mayor aumento de las importaciones frente a las exportaciones, como consecuencia de la recuperación del sector de la automoción y por la mayor demanda procedente de los grandes clientes de la UE, como Francia o Alemania. La combinación de ambos factores provocó que el déficit comercial creciera 1.500 millones en los seis primeros meses.
Por otra parte, el superávit de la balanza turística cayó cien millones hasta junio por el estancamiento en los ingresos frente a un mayor aumento de los pagos (gasto que realizan los españoles durante su estancia en el extranjero).