París quiere que Europa regule mejor los mercados de las materias primas
El Gobierno francés querría que Europa se dotase de "un texto legislativo específico" para regular los mercados derivados de las materias primas y de productos asimilados, y acaba de informar de ello a la Comisión Europea (CE) con vistas a su presidencia del G-20 (en 2011), informó hoy.
Esta iniciativa europea "podría tomar forma de un texto legislativo específico", según precisaron en una carta conjunta los ministros franceses de Economía e Industria, Christine Lagarde; de Agricultura, Alimentación y Pesca, Jean-Louis Borloo; y de Ecología, Energía, Desarrollo Sostenible y del Mar, Bruno Le Maire.
En ausencia de dicho texto, "un documento" de la Comisión podría sentar los principios "que deberán guiar la regulación en Europa de los mercados derivados de materias primas", agregaron en una carta enviada a los comisarios europeos de Energía, Günther Oettinger; de Agricultura, Dacian Ciolos; y del Mercado Interior y los Servicios, Michel Barnier.
Sus principios podrían luego "ser declinados en el marco de la revisión de las directivas financieras", en particular la directiva sobre los abusos del mercado y la directiva sobre los mercados de instrumentos financieros, indicaron.
París considera necesario, en efecto, una declinación "sectorial", mercado por mercado, pero antes estima "deseable" que una iniciativa europea plantee los principios comunes de la regulación" de los derivados del conjunto de las materias primas y asimilados, explicaron.
Los ministros resaltaron que ésta será "una prioridad de su presidencia del G-20 a partir de noviembre próximo", ya que Francia brinda gran importancia a la creación "de un marco de regulación eficaz del conjunto de los mercados financieros".
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, hizo ya lo propio el pasado 25 de agosto, en su discurso de apertura de la Conferencia anual de Embajadores franceses organizada en París.
Vislumbró entonces, entre otros proyectos para la presidencia francesa del G-20, como para la del G-8, a partir de enero próximo, el de plantear a sus socios la necesidad de tomar medidas en el ámbito de la "volatilidad de precios de las materias primas".
En su misiva a los Comisarios europeos, fechada el 27 de agosto, los titulares franceses subrayaron "la insuficiencia" de la actual regulación europea de los mercados relacionados con las materias primas.
Citaron como ejemplo que las disposiciones vigentes en materia de abusos del mercado "no permiten sancionar las manipulaciones cruzadas entre mercados físicos y mercados derivados.
Por lo que, consideraron, la elaboración de "medidas específicas, como los límites de posición, aparecen igualmente como indispensables".
Una mejor cooperación entre los reguladores sectoriales, los únicos que conocen los fundamentos de los mercados físicos, y los reguladores financieros, "permitiría a estos últimos garantizar con mayor eficacia la supervisión de los mercados derivados", destacaron.
Tomar medidas de transparencia sobre los mercados físicos permitiría, asimismo, en su opinión, "mejorar los mecanismos de formación de precios y garantizar la capacidad de los reguladores de vigilar el funcionamiento global de esos mercados".
Los tres ministros añadieron, por último, que la Comisión podría profundizar su conocimiento "de las interacciones entre los mercados agrícolas y sus derivados", teniendo en cuenta los instrumentos existentes de la Política Agrícola Común (PAC).
No es la primera vez que Francia subraya la necesidad de mejorar la regulación europea de los mercados de instrumentos financieros derivados de las materias primas y asimiladas, como el petróleo, gas, metales, productos agrícolas y cuotas de CO2".
Lo hizo recientemente, tras el informe Chevalier sobre la volatilidad de los precios del petróleo; el informe Prada sobre la regulación de los mercados del CO2; y el informe Perrin sobre la gestión de los avatares de la agricultura, recordaron los ministros franceses.