"La crisis está relacionada con el exceso anterior"
Entrevistas de verano. Considera que los ciudadanos de a pie no entienden muy bien dónde está el origen de la recesión
La actriz Beatriz Carvajal (Madrid, 1949) no tendrá apenas vacaciones. No es por la crisis, sino porque el verano le ha sorprendido compaginando proyectos de teatro y televisión. La intérprete inicia el 2 de septiembre la representación en Madrid de El cerco de Leningrado (teatro Bellas Artes) y rueda Los misterios de Laura para la pequeña pantalla.
¿Cómo vive la gente de su entorno esta situación de crisis?
Puedo hablarte de mis hijas, que se han apretado el cinturón, intentan responder a sus pagos en la medida que pueden, no hacen excesos,... Yo no soy pesimista, sé que vamos a salir de ésta. Se va a pasar mal durante un poco tiempo, pero se saldrá. Eso sí, los gobiernos no deben cometer los mismos errores que han cometido.
¿No echa de menos más liderazgo entre los poderes públicos?
Puede ser que el Gobierno perciba las cosas de forma distinta a como las percibimos nosotros. Pero la oposición bien poco está haciendo para ayudar, lo suyo es negarse por negarse. Si hubiera contribuido más, sería algo más fácil. La gente de a pie no sabemos muy bien dónde está el problema, pero es verdad que en los años de bonanza hemos vivido muchísimo mejor de lo que vivíamos años atrás.
Parece que todas las soluciones a la crisis pasan por que los ciudadanos sean los que se sacrifiquen.
Yo creo que en casos como éste tenemos que sacrificarnos todos. A mí me están subiendo los impuestos y los pago. Sin embargo, hay una cosa que no sé por qué no se hace. Hay una gran cantidad de ministros y ministras que siguen cobrando sueldos increíbles a pesar de que han dejado sus puestos y una parte de ellos se dedica a otras actividades. Ahí atajaría y diría: "Ustedes han disfrutado mucho de esto, así que vamos a dejarlo a la mitad".
¿Qué nos puede avanzar de El cerco de Leningrado?
Te puedo avanzar que es una comedia ácida y que no trata sobre Leningrado. Es el título de un libreto que hay escrito, pero que las protagonistas no saben dónde está y que llevan buscando años en un teatro. Estas mujeres se han encerrado a propósito, tanto para seguirle la pista, como para aislarse del mundo exterior, que no les gusta mucho. Hay momentos de risa y de encogimiento y también una dimensión política. Coincide que las dos son la mujer y el amante del director del teatro en el que ahora están, un director que murió hace tiempo. Han llegado a quererse mucho a base de ese encierro y tienen miedo a la soledad. Cada vez que una de ellas dice que va a salir temen que no vuelva.
El texto de Sanchís Sinisterra fue escrito en 1993 con el trasfondo de la caída del comunismo. ¿Cuál es su principal mensaje? ¿Cree que es una obra que está de actualidad?
Completamente. Hay veces que Magüi Mira la otra actriz del reparto y yo comentamos lo que se dicen en la obra. El comunismo no ha caído hace dos días, pero cuenta cosas que son muy actuales. El mensaje principal es que hay que defender o intentar defender los ideales, ser fiel a lo que uno piensa. Estas mujeres son dos ideólogas que son vencidas por la realidad, pero aún así defienden lo que creen. Deciden ser fieles a esto pase lo que pase y hasta el final.
Una obra con sólo dos actrices en el cartel siempre requiere un gran esfuerzo interpretativo. ¿Cómo está siendo trabajar con Magüi?
La obra se estrenó en Asturias en abril y la hemos representado en varios sitios. Uno de los alicientes era interpretar junto a Magüi, porque la admiro. Cuando la miro, sé por dónde va ella y por dónde voy yo... Hay un entendimiento muy grande.
¿Cree que la crisis ha afectado especialmente al teatro?
Me imagino que habrá partes en las que se note. Por ejemplo, hay empresarios de teatro que antes iban a caché cobraban una parte fija por la representación y ahora les piden ir a taquilla asumir los gastos del espectáculo y después recibir un porcentaje de lo recaudado. Pero respecto al público está ocurriendo otra cosa distinta. Con la crisis la gente está acudiendo más al teatro. A base de tanta informática, tanto ordenador y tanto dominio de lo visual la gente ha comenzado a valorar lo que supone ir al teatro, sacar una entrada, ver algo que va a suceder en ese momento y que no se va a repetir. Lo digo porque en los sitios en los que hemos trabajado, hemos ido muy bien de público. La gente quiere volver a esa comunión que significa meterte en la historia y recibirlo todo en directo.
¿En qué otros proyectos está participando en este momento?
Estoy grabando para televisión la serie Los misterios de Laura, con María Pujalte. Podrá verse en pantalla en otoño o a primeros del próximo año. Es un proyecto que se inició el año pasado, se emitieron seis capítulos para probar y funcionó muy bien. La protagonista, María, es una mujer policía que investiga casos complicados. Yo interpreto a su madre, una señora que toca bastante las narices, pero que quiere mucho a su hija. Es una serie con un humor muy moderado, amable. Creo que es una suerte poder participar en ella y tener a María al lado siendo la protagonista.
La pregunta
¿Cómo le ha afectado personalmente la crisis económica? Que hay crisis es indudable, pero no es una crisis exclusiva de España, sino una crisis a nivel mundial. Podemos considerar que en España nos está afectando más, porque hay más gente en paro. Eso no quiere decir que afecte sólo a los españoles. Hemos acogido a cantidad de gente en los últimos años -es algo que nos ha venido bien a nosotros y que también a ellos- y a ellos también les afecta. Personalmente, la crisis no me ha afectado demasiado, pero sí a mis hijas y a mis amigos. Noto que las cosas son más complicadas para ellos y también creo que todos tenemos un poco de culpa, ya que en los momentos de bonanza, nos hemos lanzado a gastar más de lo que podíamos. La crisis también está relacionada con eso, con el exceso anterior.