Gullón dice que no puede celebrar la junta por falta de "requisitos legales" en la convocatoria
El consejo de administración de Galletas Gullón ha manifestado que la junta general extraordinaria prevista para el miércoles próximo, en la que la ex presidenta ejecutiva, María Teresa Rodríguez, pretende retomar el control sobre la compañía, "no puede celebrarse por no haberse convocado con los requisitos legales necesarios".
La convocatoria de esta junta de accionistas fue ordenada por el juez a iniciativa de Rodríguez, primera accionista de la empresa galletera con un 55%, con el objetivo de recuperar la gestión, ahora en manos de sus tres hijos varones (Félix, Hernán y Rubén Gullón) y sus dos hermanos (Félix y Raúl Rodríguez).
En un aviso publicado en la prensa local y firmado por el presidente del consejo de administración, Rubén Gullón, la empresa indica que la asamblea no podrá celebrarse por no haberse convocado con los "requisitos legales necesarios". Fuentes próximas a la compañía consultadas por Europa Press se remitieron a la jornada de mañana para ofrecer más detalles al respecto.
La ex presidenta ya avanzó la semana pasada que sus hijos y hermanos habían manifestado su rechazo a celebrar la junta en el último consejo de administración, con los votos en contra de su hija Lourdes Gullón y con el suyo propio.
María Teresa Rodríguez, que entiende que esta decisión podría ser constitutiva de delito, lamenta que "un consejo que no es representativo de la estructura accionarial de la compañía pretenda prolongar una situación anómala de control de la gestión, basada en privar a sus accionistas del derecho a decidir quién les gobierna".
El orden del día de la junta extraordinaria recoge el cese de los actuales consejeros y la modificación del órgano de administración de la sociedad, para que pase de un consejo de administración a un administrador único (María Teresa Rodríguez).
María Teresa Rodríguez fue relevada del cargo de presidenta del consejo de administración en septiembre de 2009 y al mes siguiente fue nombrada presidenta de honor de la compañía, en una reunión en la que el consejo acordó el despido del entonces director general y segundo accionista de la empresa (con un 16%), Juan Miguel Martínez Gabaldón, por pérdida de confianza en su gestión.
Martínez Gabaldón -a quien el consejo acusa de la "compra irregular" de terrenos sobre los que se asienta una de las fábricas y de la adquisición de acciones de la empresa sin su conocimiento- demandó a la compañía por despido improcedente y Galletas Gullón fue condenada a readmitirle o a indemnizarle con cerca de nueve millones de euros.
La empresa aceptó la reincorporación del ex director general, pero éste considera inviable la vuelta a una empresa cuyo consejo mantiene cinco acciones penales contra él, entre las que figura una querella criminal por presuntos delitos de apropiación indebida y estafa.