Jamones ibéricos a 3.000 euros para Japón

Ibersélec pretende introducir en el mercado nipón el pata negra más caro del mundo. Su carta de presentación serán 1.000 piezas numeradas de calidad superior.

Luis Rodríguez, responsable de marca de Ibersélec, lo ve claro: "El japonés aprecia la calidad. Es un público muy exigente en lo gastronómico que se informa y sabe distinguir lo auténtico, y dispone de un alto poder adquisitivo", lo que hace que esté dispuesto a pagar si el producto es bueno. Por ahí es por donde la empresa extremeña ubicada en Montánchez (Cáceres) quiere orientar su estrategia para ampliar la presencia en Japón. "Allí ya tenemos un mercado pequeño pero consolidado y buscamos difundir nuestro nombre para llegar a más clientes", explica Rodríguez.

La carta de presentación será su producto estrella, el jamón de raza ibérica 100% criado en extensivo en las dehesas de Montánchez. De la producción total se han seleccionado 1.000 piezas numeradas, que se venderán en el país asiático a entre 2.300 y 3.000 euros, seis veces más de lo que costarían aquí. Los jamones provienen, igual que el resto de piezas que comercializa la empresa de capital extremeño, navarro y japonés, de cerdos a los que al poco tiempo de nacer se les implantó un chip de identificación. Al ser sacrificado, el chip se guarda en Ibersélec y cuando el cliente compra el jamón se le entrega un código mediante el que, a través de la web de la firma, puede obtener todos los datos de nacimiento, crianza, raza y alimentación del animal.

La exigencia en cuanto a calidad no es un problema para la empresa, al contrario, es una garantía, dada su filosofía de producción. "En Ibersélec controlamos todo el proceso, desde la granja hasta la tienda, pasando por la dehesa -la empresa cuenta con una finca de 1.000 hectáreas- y el secadero totalmente natural con capacidad para 56.000 piezas", señala el responsable de marca. Todo se ajusta a una tradición en la zona que se remonta a más de 800 años, desde la selección de la raza hasta el curado aprovechando el clima idóneo de Montánchez.

El proyecto para conquistar definitivamente el mercado japonés para los productos del ibérico utilizando el jamón de la más alta calidad tiene como una de las piezas fundamentales a Nico Jiménez, maestro cortador e imagen de la marca, que ostenta el récord Guinness con la loncha de jamón más larga del mundo, de 13,96 metros. Precisamente uno de los puntos fuertes del plan de marketing será una exhibición televisada para intentar batir este récord. Esta exhibición tendrá lugar ante las cámaras del Canal Fuji, el más importante de Japón, con 70 millones de espectadores.

Esta aparición televisada se completará con una ronda por otras cadenas y demostraciones en distintos restaurantes de alto nivel, "donde no sólo se dará a probar el jamón, que es la mejor forma de convencer al consumidor, sino que se enseñará a cortarlo, que es una asignatura pendiente allí y aquí". Nico Jiménez espera obtener el mismo éxito que en Estados Unidos, con una propuesta similar. "Allí al principio fue difícil, porque les daba reparo ver la pata del animal, pero luego, cuando lo probaron, sólo se oía: "¡Oh, Dios mío!".

La idea de lanzar el jamón de mejor calidad en Japón por parte de Ibersélec cuenta además con el apoyo explícito de la Junta de Extremadura. Su presidente, Guillermo Fernández Vara, ha señalado que una vez que se tienen producciones de calidad, hay que darlas a conocer y buscar nuevos mercados. "No son tiempos para la lírica, sino para la épica", y hay que salir fuera a vender.

Un chip

Los jamones que se quieren enviar al país del Sol Naciente provienen de cerdos a los que de recién nacidos se les implantó un chip de identificación. Cuando el cliente compra el jamón se le entrega un código con el que, a través de la web, puede consultar todos los datos del animal.

Selección genética

lbersélec fue fundada en marzo de 2003 con capital español y japonés. Cuenta con 12 empleados y el último ejercicio facturó 2,6 millones de euros. Su principal mercado es España (70% de su cifra de negocio). En la exportación destacan Japón, Hong Kong, Italia e Inglaterra. Ibersélec forma con Ibéricos Puros de Extremadura un holding en el que la segunda de las firmas se encarga de la selección genética. La empresa cuenta con granjas propias donde cría 7.000 ibéricos puros y una finca de dehesa de 1.000 hectáreas. Sus secaderos, al aire libre de la sierra de Montánchez, tienen capacidad para 56.000 piezas.

Piezas únicas

La marca vende a tiendas especializadas y restaurantes, pero también directamente al consumidor, en varias presentaciones, incluyendo loncheados al vacío o carnes frescas igualmente envasadas al vacío. Como rasgo curioso, cuando un consumidor accede a la web de Ibersélec, elige un producto y hace clic para comprarlo, este producto desaparece de la web, indicando al cliente que lo que ha elegido es exactamente lo que ha comprado y no otro producto similar. Si el comprador lo desea, recibirá el jamón ya loncheado a mano en paquetes y con el hueso troceado aparte. Puede elegirse desde el Bellota Premium, a 900 euros la pieza de 7,5 kilos, hasta el Jamón de Campo, a 278 euros la pieza.